El equipo de Curro Torres se impone al Mallorca B con un gol de Dani Ramírez en la primera parte.
El Mestalla-Mallorca B no fue un partido especialmente atractivo para el espectador pese a la calidad que había sobre el campo. Parece que la idiosincrasia de la Segunda B se apodera del juego de los filiales. Lo único que vale en esta categorías es competir y el Mestalla lleva una buena racha en ese sentido. El equipo dirigido por Curro Torres por segunda vez consecutiva sumó tres puntos marcando un sólo gol. Esto habla de que el Mestalla hizo un partido serio y de que es un equipo que va adquiriendo cada vez más oficio.
El partido fue bastante igualado durante los 90 minutos. El Mestalla, de inicio, quiso llevar más la iniciativa pero el Mallorca B estaba bien plantado sobre el campo y no era fácil llegar con el balón a posiciones ofensivas. Lo intentó Dani Ramírez con un disparo desde fuera del área pero el equipo insular también creaba peligro a balón parado. En el minuto 26 llegó el único gol del encuentro por medio de Dani Ramírez que provechó un 'pase de la muerte' desde la izquierda tras una internada de Nando. El equipo blanquinegro, con el resultado a favor, tuvo sus mejores minutos. El juego empezó a fluir y el Mestalla se pudo ir al descanso con una ventaja mayor en el marcador.
En la reanudación se volvió a igualar la contienda. En el minuto 61 el futbolista del Mallorca One fue expulsado por doble amarilla. A partir de ese momento el encuentro se abrió. Los visitantes buscaban la victoria y el Mestalla la sentencia. Los dos equipos se quitaron el corsé táctico y, por momentos, el partido se convirtió en un correcalles. En el intercambio de golpes ninguno de los dos equipos fue capaz de materializar sus ocasiones. Finalmente los tres puntos se quedaron en el Antonio Puchades.
Sería un error mayúsculo ponerse a pensar ahora en la posibilidad del ascenso. Es cierto que la victoria contra el Mallorca B coloca al Mestalla a cinco puntos de los puestos que dan acceso a las eliminatorias para subir a Segunda A pero esto es el grupo III de la Segunda B: si ganas dos partidos seguidos estás ahí arriba y si pierdes dos te vas al hoyo. Por eso, conviene que el entorno tenga paciencia. Los futbolistas y su entrenador, desde luego, lo tienen claro y sólo son capaces de ver en el horizonte el siguiente partido. Así, compitiendo cada uno de los minutos, van haciendo camino.