El Supremo anula el PAI de Porxinos

Salvem Proxinos ha convocado una rueda de prensa para anunciar la anulación del PAI donde se iba a construir la nueva Ciudad Deportiva del Valencia.


No es fácil resumir el asunto Porxinos aunque el ex presidente del Valencia Juan Soler dio una clave importante tras firmar el acuerdo con el Ayuntamiento hace 10 años para poder construir una urbanización en el paraje de Riba-roja. «Es un pelotazo» dijo sin cortapisas el máximo accionista del Valencia en aquella época. Lo cierto es que la tramitación del Programa de Actuación Integrada (PAI) de Porxinos estuvo repleta de ilegalidades. Así, por lo menos, lo ha ratificado el Tribunal Supremo una década después. Ahora sólo cabe recurrir al Constitucional o a instancias europeas pero sería alargar más el proceso porque las diferentes sentencias han sido bastante elocuentes. Parece que, por fin, el Valencia CF tendrá que hacer frente al problema y no es un asunto menor para la estabilidad económica del club.

En su día le Valencia CF compró los terrenos a través de la empresa creada para tal fin, Litoral del Este, y después, le vendió los terrenos recalificados para construir una urbanización y la nueva Ciudad Deportiva (pese a que no estaba en los planos del PAI) a la inmobiliaria Nozar. Cuando el gigante del ladrillo quebró los terrenos quedaron en propiedad de los bancos acreedores y el proyecto se paralizó.

Cuando Lim auditó el club antes de firmar la compra de la mayoría accionarial exigió cierta seguridad jurídica. Amadeo Salvo alcanzó un acuerdo con los bancos propietarios del suelo en previsión de que el Tribunal Supremo ratificara la anulación de la operación urbanísitica.

La decisión del organismo judicial da la razón a la plataforma Salvem Porxinos que interpuso la denuncia por las irregularidades en el PAI. Tras diez años de lucha hoy los integrantes de esta asociación han ofrecido una rueda de prensa en la que han mostrado su satisfacción. El paraje de Riba-roja queda libre de la amenaza de ser convertido en una urbanización.

Al parecer, el acuerdo al que llegó Amadeo Salvo con los bancos pasaba por volver a hacer el proyecto. Sin embargo, desde la plataforma se ha trasladado la idea de que va a ser difícil que se vuelva a tramitar un PAI de estas caracterísiticas. Las leyes medioambientales son ahora menos flexibles y el escenario político y social parece menos propicio para hacer este tipo de actuaciones.

En estas circunstancias el Valencia se enfrenta a un serio problema ya que los bancos le pueden reclamar por haberles vendido unos terrenos como urbanizables sin serlo. Veremos ahora cuál fue la seguridad jurídica que convenció a Lim.

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