En el último suspiro del partido el filial del Valencia perdió la posibilidad de sumar tres puntos en un campo complicado. El Mestalla hizo un partido muy serio pero no pudo poner la guinda de la victoria por segundos.
Recibir un gol que le permita al rival empatar en el último minuto del tiempo añadido deja a cualquiera con mal cuerpo. Sin embargo, el partido que realizó el Mestalla, analizado en frío, es para estar más que satisfechos.
El Huracán en su casa es uno de los equipos más difíciles de la categoría. El fútbol directo que práctica genera problemas a cualquier rival. Es una equipo especialmente áspero en una liga que se define mayoritariamente por esa característica. El hecho de que en el primer choque entre Nando y Amarilla saliera peor parado el central del Huracán es bastante significativo. Habla de un Mestalla que no sólo no se amedrentó sino que salió al campo a imponer su ley también en el plano físico, en cuanto a intensidad y lucha. El Huracán tampoco renunciaba a sus señas de identidad y sobre el terreno de juego se veía un partido disputado a cara de perro. Todos repartían y todos recibían. Ahora bien, cuando el Valencia jugaba en el campo del Huracán la calidad de los futbolistas del filial marcaba diferencias.
El equipo salió bien plantado sobre el terreno de juego, sin pasar ningún apuro defensivo y pisando al área rival como en la ocasión que tuvo Nacho Gil nada más empezar el partido. El Mestalla llegaba a zonas de peligro de tres maneras diferentes: jugando el balón desde atrás, recuperándolo a través de la presión, o a partir de segundas jugadas surgidas gracias al buen hacer de Àlex López, capaz de recoger cualquier balón llovido del cielo y dárselo a sus compañeros en buenas condiciones. Tantas posibilidades para llegar al ataque habla de la riqueza de recursos que está mostrando el equipo hasta el momento.
De hecho, todas las alabanzas que procuramos al Mestalla el domingo pasado podrían hacerse extensivas al partido contra el Huracán. Y ahí reside también el mérito. El atisbo de regularidad a este nivel es esperanzador.
Confirmaron las grandes sensaciones dejadas en Mestalla los nuevos Alberto Jiménez, Akapo y Álex López. El primero, el central procedente del Tenerife, le da al equipo un empaque en defensa imprescindible para competir en la categoría. Además tiene capacidad para salir con el balón jugado, en largo y en corto. El futbolista canario que cumplirá 22 años dentro de dos meses ha asumido su rol y juega como un veterano, como un líder. El segundo, fichado del Numancia, es un lateral derecho muy completo al que es muy difícil verle equivocarse pese a que arriesga en sus acciones. Y el tercero, Àlex López, además de asumir el papel de líder por su carácter le da al equipo excelentes soluciones en momentos complicados. Su capacidad para jugar de espaldas, bajar el balón y generar fútbol es notable. Pero también tiene el gol entre ceja y ceja. Parece que el sobrenombre de 'Tiburoncito' en referencia a Negredo con el que le apodó nuestro colaborador Adrián Rubio en la entrevista publicada el sábado con el ex jugador del Reus es más que acertado.
También se confirmó en Torrent que Fernando Cano, Nacho Gil y Tropi que salió en la segunda parte se han adaptado a la categoría perfectamente, con aplomo y creciendo en cada partido respecto al año pasado. Esto ofrece garantías para que Curro Torres vaya dando minutos a sus compañeros de generación, el juvenil campeón de Liga de la temporada anterior.
El Mestalla se adelantó en el marcador en el minuto 11 y pudo irse al descanso con uno o dos goles más a favor como se puede ver en el vídeo resumen del partido.
El segundo periodo tuvo más vaivenes. El filial salió con la misma seriedad y tratando de sentenciar el partido. Sin embargo la entrada del ex mestallista Cifo le dio otro aire a Huracán en ataque. El equipo dirigido por Émer consiguió empatar en el minuto 56 por medio de Ruso. Jaume reclamó una posible falta. El espoleó al Mestalla que se tiró para adelante en una muestra de carácter. El Huracán, que ya ha visto que era posible marcar, también se vino arriba de manera que el partido se rompió. También pesaba el cansancio de un choque intenso jugado al límite por todos. Curro Torres buscó aire para su equipo dando entrada a Iban Salvador por Dani Ramírez. El mediapunta madrileño volvió a esforzarse pero sigue sin estar inspirado. Las ocasiones empezaron a llegar en las dos porterías. La primera y la más clara de todas la tuvo Nando que se plantó sólo ante Paco y, tras vacilar durante unos segundos, no pudo superar al guardameta de Huracán con su disparo. Una lástima porque hubiera sido un broche de oro al gran partido que hizo el extremo derecho. Nando fue el futbolista más desequilibrante del choque. Cuando cogía el balón la defensa de Huracán temblaba. Desbordó por su banda en repetidas ocasiones y dejó detalles espectaculares. Huracán también gozaba de oportunidades de gol clarísimas. Curro Torres decidió dar entrada a Tropi por Fernando Cano. Una manera de amarrar más el centro del campo, evitar el corre calles en el que se había convertido el encuentro. Lo cierto es que le salió bien la apuesta al entrenador valencianista en cuanto a que su equipo mejoró en el control del juego pero el partido ya estaba desatado. Ambos equipos acariciaban la victoria y la derrota pero no el empate. Los locales apretaban y los visitantes amenazaban. De una ocasión del Huracán se pasó a la jugada del penalti a favor del Mestala. Paco, guardameta de Huracán salió a por un balón dividido y su despeje golpeó al balón y a la cabeza de Iban Salvador. El árbitro señaló la pena máxima y Álex López se encargó de subir el segundo gol al casillero del Mestalla. Era el minuto 82, Curro Torres hizo un cambo significativo al dar entrada al defensa central Tendillo por el jugador de ataque Nacho Gil. Huracán encerró al equipo filial, sin embargo, no llegó a crear ninguna ocasión clara hasta el fatídico último minuto. Antes, el Mestalla había defendido bien pero faltó pausa para gestionar una falta en ataque previa al postrero gol de Huracán que supuso el empate.
Y aún así, pese a la decepción del resultado final el Mestalla ha dado un paso de gigante en su crecimiento como equipo. Volvió a ser un grupo competitivo con más calidad que sus rivales. Y eso combinado, a la larga, va a reportar muchas victorias aunque la de hoy se escapara en el último segundo.