Ganar a Osasuna en Mestalla con uno más, está bien, pero debería ser lo normal
Es evidente que hay muchas noticias positivas: el equipo ha encontrado un tesoro en la sociedad Canales-Parejo. La aparición de Oriol Romeu y que Djukic haya desterrado sus prejuicios contra la posibilidad de alinear a dos centrales zurdos acercan al técnico serbio a su idea de juego. De esta manera se trata mejor el balón en defensa y se ganan recursos en la construcción. El Valencia parece que empieza a tener un estilo, en fase embrionaria. Pero cabe recordar que este equipo ha jugado aceptablemente bien un rato en Bilbao, el partido de Getafe y el partido de Elche. También contra el Sankt Gallen en casa y contra el Osasuna con uno más pero eso tiene un mérito relativo. Es decir, faltaría más. Todo esto cuando ya se ha pasado más de un tercio de la Liga. Así que no es recomendable lanzar las campanas al vuelo ni adoptar un discurso excesivamente triunfalista. Más, teniendo en cuenta que uno de los grandes problemas de esta plantilla en los últimos años ha sido la facilidad con la que ha caído en la autocomplacencia. Se trata de coger confianza pero hasta cierto punto. Aunque, por otra parte, los próximos rivales en Liga son lo suficientemente exigentes como para que nadie se relaje.