La afición es el eje de las políticas del club
El principal hecho diferenciador de Amadeo Salvo con respecto a su antecesor, Manuel Llorente, es que el actual presidente ejecutivo de la entidad no le tiene miedo a la afición. Salvo es valencianista desde pequeño y su empatía con la grada nace de forma natural. Por el contrario, Llorente vivía otra realidad, sin querer hacer mucho ruido temeroso de que Mestalla le pidiera que se fuera.
Desde su llegada al club, Amadeo Salvo entendió que toda acción debía tener como eje a la afición. Algo de sentido común pero que resultó extraordinario porque no se estaba haciendo. Medidas como la Oficina d'Atenció al Valencianista o cambiarle la cara al estadio fueron interpretadas equivocadamente por algunos como populismo. Salvo ha hecho demagogia en otros ámbitos, sobre todo durante el proceso de venta, pero su concepto de club en el que el aficionado es lo más importante es genuino y sin dobleces. La parroquia de Mestalla necesitaba un poco de cariño, nada más. A cambio, se han vivido en estos dos últimos años momentos muy especiales como las eliminatorias de la Europa League o la ola de entusiasmo generada a lo largo de esta temporada. Los que no entienden por qué la afición era fría con los terceros puestos de Emery y ahora celebra la cuarta posición, pueden empezar a buscar la respuesta analizando cómo se relaciona el club con su gente en la actualidad y cómo se hacía antes.
Ahora el Valencia ha organizado la Family Weekend. Otra excelente iniciativa que trata de estimular a los hinchas blanquinegros. Una feria pionera en España que permite que los aficionados se vinculen con su club más allá de los días de partido. No hay otro camino. La afición es el motor y la gasolina de la entidad.