El Valencia compitió pero no fue capaz de anotar ningún gol en el Calderón, el Atlético, por su parte, hizo dos. El equipo de Pizzi mostró su mejor versión cuando recibió el primer tanto pero la reacción no tuvo premio.
Se repitió la historia reciente y el Valencia volvió a caer en una eliminatoria contra el Atlético de Madrid. Tras 180 minutos el análisis apunta a que el equipo dirigido por Pizzi fue futbolísticamente mejor que su rival. Los errores de Guaita y las paradas de Courtois determinaron el resultado en ambos partidos.
Floja entrada en el Calderón y gritos de 'Valencia, Valencia' antes de empezar. Juan Antonio Pizzi siguió demostrando que es imprevisible en sus alineaciones. Barragán, a quien nadie imaginaba de titular, partió desde el inicio y los puestos de arriba se los repartieron Fede, Postiga, Feghouli y Míchel. No había pasado el primer minuto y el Valencia trazó una contra perfecta lanzada por Parejo. El disparo final de Fede golpeó en un defensor y se marchó desviado. Buenas sensaciones para empezar. El Valencia intentó llevar el peso del partido desde el primer minuto pero sin asumir excesivos riesgos. Ambos equipos realizaban bien la presión a la salida del balón y el juego no era fluido por parte de ninguno. Al cuarto de hora hubo una fase del en la que el Atlético encerró al Valencia en su campo con jugadas a balón parado y balones largos. Pero el equipo de Pizzi recuperó la iniciativa poco después. Había muchas imprecisiones en las botas de Míchel, Postiga y Feghouli lo que impedía generar peligro en la portería colchonera. Fede, por su parte, se mostraba activo aunque pecaba de individualista. El Valencia ofrecía algunas dudas defensivas en balones que no conseguía despejar con contundencia y Diego Costa realizó un par de acciones de cierto peligro. A falta de cinco minutos para el final de la primera parte el Valencia consiguió trenzar una jugada con bastante precisión que acabó con un fuerte disparo de Bernat que despejó Courtois.
La segunda parte empezó con un gol de Godín a saque de córner. Al igual que en el partido de ida Guaita volvió a fallar en la salida. El saque de esquina, por cierto, no fue. Barragán tampoco estuvo especialmente acertado en la marca. Pizzi movió el banquillo y dio entrada a Alcácer por Fede. El gol en contra le dio más determinación al Valencia para ir a por el partido. Sin embargo, en el minuto 57, el Atleti pudo ampliar la diferencia por medio de un disparo de Raúl García desde fuera del área que golpeó en el poste izquierdo de Guaita. El Valencia empezaba a apretar al Atlético de forma seria. Alcácer no pudo controlar un balón difícil en una posición inmejorable. A continuación, Postiga, desde dentro del área, obligaba a Courtois a realizar una gran parada. Nuevamente, el portero francés se lució a disparo lejano de Míchel. En el 70 Feghouli dejó su lugar en el campo a Piatti. Parejo tenía imán sobre el balón y Míchel hacía daño en posición de tres cuartos. El equipo de Pizzi se volcaba en ataque y dejaba algo desguarnecida la defensa. Los blanquinegros encerraban al Atlético de Madrid. Bernat y Piatti le daban profundidad al equipo por la banda izquierda y Barragán llegaba por la derecha. A falta de un cuarto de hora Pizzi realizó su último cambio y entró Pabón por Postiga. El tiempo se iba agotando y el gol no llegaba. En los últimos minutos el Valencia fue perdiendo su presencia en ataque. Finalmente, la eliminatoria quedó sentenciada con otro saque de esquina que Raúl García remató de cabeza a las redes. El Cholo celebró el gol encarándose con la afición valencianista. Veremos si se menciona o cómo se trata en los medios nacionales este gesto antideportivo de Simeone. Para finalizar, Parejo fue expulsado por segunda tarjeta amarilla por dar una balonazo contra una valla publicitaria. El árbitro dio por concluido el encuentro y el Valencia caía eliminado.
El nuevo dueño del club no tendrá la posibilidad de ganar la Copa del Rey en su primer año. Se puede hacer la lectura positiva de que el equipo fue competitivo pero tras varias eliminatorias perdidas contra el Atlético de Madrid estos últimos años la única manera de generar optimismo era ganando el partido.