Los jugadores cumplieron con la propuesta de Djukic: presión, intensidad, agresividad, líneas juntas. Aplicando estos sencillos conceptos y con la ayuda de un ‘pabonazo’ (misil del jugador colombiano desde fuera del área que entró por la escuadra) el Valencia consiguió sacar los tres puntos al vencer por cero a uno al Getafe en el Coliseum Alfonso Pérez. El equipo valencianista consiguió algo inaudito esta temporada: ganar y convencer.
El once titular presentado por el Valencia CF iba cargado de novedades entre las que destacaban la presencia de Alcácer y Piatti. Djukic alineó en el centro del campo al triángulo formado por Banega, Parejo y javi Fuego. Bernat y Barragán ocuparon los laterales y Mathieu y Ricardo Costa el centro de la zaga.
El Valencia salió al campo como un torbellino. Dos internadas de Barragán por la derecha llevaron la intranquilidad a la portería de Moyá. Pero enseguida el equipo madrileño le tomó el pulso al partido. En parte, por dos pérdidas de balón de Éver Banega en posiciones comprometidas. El Getafe dio la posesión del balón a los hombres de Djukic pero fue el equipo azulón el protagonista de la primera buena ocasión. En el minuto 7 un remate de cabeza de Ciprian Maricá obligó a Alves a hacer una parada espectacular. El portero brasileño, al poco, se retiró lesionado dejando su lugar a Guaita. El partido estaba igualado pero se veía a un Valencia más intenso y más atento que otros días. Con capacidad para presionar la transición del esférico del Getafe en la zona media, los valencianistas recuperaron algún balón interesante. En el minuto 20 se produjo el primer disparo a puerta por parte del Valencia mediante un saque de falta directo de Parejo potente pero algo centrado. El equipo de Djukic empezaba a carburar. Parejo dio un gran pase a Barragán que se incorporaba sólo por la banda derecha. Su centro al primer poste encontró a Alcácer que, de cabeza, envió el balón al larguero. En la jugada siguiente el Valencia volvió a robar el cuero en posiciones adelantadas. El equipo estaba metido en el partido con la actitud intensa y agresiva que pedía Djukic en la previa. A la media hora Paco Alcácer estuvo a punto de conectar con un gran centro de Pabón desde la banda derecha. Primera acción de mérito del colombiano en lo que va de temporada pero no la última. El Valencia, eso sí, no cumplía con el plan de su técnico en lo referido a no regalar balones en zonas peligrosas. Así, una nueva pérdida de Banega provocó la contra del Getafe. Al centro de Maricá no llegó por poco Sarabia. Cuando faltaban cinco minutos para que finalizara la primera parte llegó el ‘pabonazo’. El delantero colombiano, desde 40 metros, hizo por fin honor a la fama que le precedía. Sacó un obús por disparo que se alojó en la escuadra de la portería defendida por Mollá. El colombiano, de esta manera, justificaba por primera vez, la confianza que Djukic estaba depositando en él. El partido quedaba en unas condiciones muy beneficiosas para el Valencia con el Getafe obligado a atacar y los pupilos de Djukic dispuestos a sentenciar a la contra. La primera parte llegaba a su fin y el Valencia veía recompensado en el marcador la ejecución aseada de las directrices del míster.
El segundo periodo empezó a buen ritmo en ambas porterías y con polémica en las áreas. Primero reclamó penalti Lafita en una entrada algo arriesgada de Javi Fuego que, en alguna toma, se ve que toca el balón. Acto seguido un defensor del Getafe tocó de manera involuntaria pero de forma clara el balón con el brazo dentro del área. Un disparo desde lejos de Banega y un ‘pase de la muerte’ del argentino fueron acciones que confirmaban la disposición del Valencia para cerrar el partido. Los centrocampistas seguían apretando en la zona media y recuperando balones. Destacó en esta faceta Dani Parejo, muy atento en labores defensivas. En el minuto 65 Djukic decidió darle aire fresco al ataque valencianista introduciendo a Fede por Pabón. El equipo estaba cómodo sobre el campo pero el partido no estaba ni mucho menos decidido. Cualquier acción del Getafe podía nivelar el encuentro. A punto estuvo de suceder en el minuto 23 cuando Pedro León se internó en el área y sacó un disparo seco parado de forma espectacular por Guaita. Los fantasmas apuntaban al partido de San Mamés, en el que el Valencia no supo cerrar el encuentro cuando pudo y acabó empatado. Pero hoy sería diferente. Piatti aguantó, inexplicablemente, cinco minutos lesionado dentro del campo. Luis García le dio a su equipo más carácter ofensivo con las sustituciones. Pero, en principio, las variaciones tácticas de los azulones no supusieron cambios sobre el terreno de juego. Canales sustituyó a Piatti cuando quedaban diez minutos para acabar. El equipo, hoy de naranja, se encontró con un gran contratiempo en estos últimos compases. Mathieu recibió un golpe fuerte en el tobillo y se pasó el resto del partido cojeando. Agotadas las sustituciones, dos de ellas también por lesión, Javi Fuego ocupó la posición de central. El percance desorientó un poco al equipo y el Getafe se hizo claro dominador. Un disparo de Escudero y otro de Diego Castro ponían en alerta a la portería defendida por Guaita. El Getafe echó el resto en los minutos finales del encuentro. En esa circunstancia, el Valencia tuvo una clarísima ocasión de sentenciar a la contra. Fue un ataque de 3 valencianistas y un defensor del Getafe obligado a hacer falta a Parejo que conducía el esférico. Aún así, no pudo parar la jugada y el balón llegó a Fede. El joven argentino no eligió bien: ni pasó el balón a Alcácer en el momento adecuado ni consiguió definir frente a Moyá. Estuvo a punto de ser muy grave el error porque en la jugada siguiente el Getafe tuvo una oportunidad clarísima. Un despiste fatal en defensa por un exceso de confianza en la buena fe del Getafe que debía devolver el balón, provocó un desajuste que los azulones no aprovecharon. Guaita se jugó la expulsión cuando reclamó a Alexis la fea acción del equipo madrileño. Pero lo importante, la victoria, ya estaba metida en la maleta valencianista que se vuelve a casa con 3 puntos determinantes.