El filial valencianista ha terminado su concentración de pretemporada en Oliva jugando tres partidos en una semana. Sin duda, el más peculiar fue el que jugaron contra el Pontypridd Town AFC.
Venimos informando de las evoluciones del filial valencianista, de cómo la dirección deportiva va configurando la plantilla y de cómo Curro Torres está poniendo a punto a sus jugadores. Respecto a lo primero, los futbolistas que formarán parte del Mestalla 14/15, la última novedad es la contratación del delantero de L'Hospitalet Iban Salvador. En cuanto a lo segundo, la pretemporada del equipo, la semana ha estado cargada de partidos para el filial que abandona las instalaciones de Oliva Nova para seguir entrenando en Paterna. El lunes pasado el Mestalla consiguió un trabajado empate a cero en Cartagena y el viernes ganó al Alzira por 2-0 en Oliva con goles de Fernando Cano y Borja.
Pero el partido que queremos destacar es el que disputó el martes pasado el filial valencianista contra el Pontypridd galés, un acontecimiento singular, una historia que merece ser contada. El partido entre ambos equipos se fraguó, sin saberlo, hace más de cinco años en la Ciudad Deportiva de Paterna. Allí, un técnico galés llamado Dominic Broad, estuvo aprendiendo y trabajando en la escuela valencianista. Dominic volvió a su país y se convirtió, con el tiempo, en el entrenador-jugador de un pequeño equipo de una pequeña localidad de Gales: el Pontypridd Town AFC. Con su experiencia valenciana en mente Dominic Broad decidió contactar con sus antiguos compañeros de Paterna para proponerles un partido entre su equipo y el Valencia. Los responsables del club de Mestalla, con buen criterio, se mostraron dispuestos a que los galeses jugaran contra el filial en Oliva.
Desde ese momento la locura se apoderó de Pontypridd y de su equipo amateur de la cuarta división galesa. El anuncio del partido contra el Valencia corrió como la pólvora y un conocido locutor de radio, Colin Murray, que trabaja en Talksport, enamorado de la idea, se convirtió en promotor desde su potente altavoz. Se creó la Ponty Party para apoyar la iniciativa, se volcaron los aficionados de toda Gales y se preparó la expedición de más de 100 aficionados galeses a la costa valenciana con el patrocinio de la cadena de radio y de la multinacional Wickes. Los integrantes de la comitiva lucían camisetas conmemorativas del evento y las camisetas con las que jugaron los futbolistas también tenían un diseño especial para la ocasión. Los galeses pasaron tres días en Valencia, visitaron la playa de la Malvarrosa e hicieron vida nocturna. También tuvieron un ruidoso paso por el Forever Tour de Mestalla y, el martes por la tarde, contrataron dos autobuses para ver a su equipo en Oliva. No tenemos muy claro en qué momento la expedición galesa supo que su rival no era el Valencia sino el Mestalla pero no cabe duda que lo aceptaron de buen grado.
Los aficionados británicos disfrutaron del encuentro pese a que fue un partido en el que el Mestalla fue claramente superior. Marcaron, por cierto, Ayala, Fernando Cano y Ebwelle. Pero el resultado daba igual, lo importante era pasarlo bien. Al final del encuentro hubo foto conmemorativa y los futbolistas galeses se unieron a los cánticos de su afición que coreaban el nombre de 'Valencia, Valencia' y ponían música a la frase 'You're my favourite Spanish team' o gritaban "We hate Barça". En definitiva, gente muy maja pese a algunos insultos durante el partido que luego justificaron con aquello de "eso es fútbol".
En definitiva, el Mestalla jugó un partido más de pretemporada pero el Pontypridd alcanzó el cénit de su historia. Además, lo hizo a través de una divertida iniciativa cargada de vitalidad y amor por el fútbol. Una experiencia que, a buen seguro y como declaran en su cuenta de Twitter @PontyParty, no olvidarán jamás.