El Mestalla con muchas bajas recibe al Barcelona B que está viviendo un regreso traumático a la categoría de bronce
'Mal de muchos consuelo de tontos', dice la sabiduría popular. Por eso, prescindiremos de evaluar la situación del Barça B desde el alivio. Sin embargo, el hecho de que el Mestalla sea el penúltimo clasificado de la Liga y el equipo culé el antepenúltimo sí permite sacar conclusiones respecto a la dificultad que supone jugar en el grupo III de la Segunda División B. Adaptarse al estilo de fútbol que proponen los equipos de la categoría no está siendo sencillo para ninguno de los dos filiales. Hoy en el Antonio Puchades se verá un duelo entre iguales pero, sobre todo, se verá un partido marcado por las urgencias clasificatorias de ambos equipos.
El Barça B descendió el año pasado y el ex valencianista Gerard López asumió las riendas en la dirección técnica. El club catalán optó por ceder o vender a alguna de las perlas del equipo el pasado verano para no cortar su progresión con el paso atrás del equipo. Pero la plantilla del Barça B está formado por jugadores que tienen todo para ser referencia dentro de unos años. Destacan los ex canteranos blanquinegros Grimaldo y Tarín y futbolistas como Dongou o el mediocentro Samper que marcó recientemente con el primer equipo.
El Mestalla llega al duelo con muchas bajas provocadas por la llamada a filas del primer equipo de cuatro jugadores clave para Curro Torres. De hecho, Tropi, Diallo y Nacho Gil forman la columna vertebral del filial blaquinegro y Fran Villalba siempre aporta frescura y clarividencia en la zona de tres cuartos. El técnico del Mestalla está más cuestionado por los resultados que por el juego o las sensaciones que desprende el equipo. Aún así la situación empieza a ser insostenible en función de lo que dicta la clasificación. Hoy todos los componentes de Mestalla, técnico y jugadores menos habituales en especial, tienen una gran oportunidad de reivindicarse. En el Antonio Puchades juegan el penúltimo contra el antepenúltimo de la Liga pero también lo hacen los filiales de dos de las canteras más prestigiosas del mundo. Es un partido de mucha repercusión. Una cita señalada en el calendario. Es el momento de demostrar.
Decimos que es un duelo entre iguales. Podría esperarse que los dos equipos tuvieran más facilidades para plasmar su idea de juego sobre el terreno de juego que contra otros rivales de la categoría. Sin embargo, suele suceder que los filiales, cuando se enfrentan entre ellos, son incapaces de cambiar las rutinas que les impone la Segunda B. Consicente o inconscientemente se sigue primando el fútbol físico e intenso más que la vistosidad. Contemplar la posibilidad de ganar el partido tratando de jugar mejor que el rival es una lógica que no suele servir en esta categoría. Seguramente, el duelo se decidirá en una jugada a balón parado, en una expulsión, o en un error puntual. En este sentido el Mestalla debe utilizar toda la experiencia acumulada y aprovechar que el Barça B sufre mucho con este tipo de fútbol