El filial consigue salvar un punto en un partido crucial. El equipo dirigido por Curro Torres sigue dependiendo de si mismo para evitar la eliminatoria por no descender.
Tras las derrotas del Cornellà y el Eldense el Mestalla afrontará el último partido de Liga con la misión de sacar como mínimo un empate para certificar la permanencia. Al final, el punto obtenido contra el Espanyol adquiere un cariz postivo dados los resultados de los rivales directos.
El Mestalla podría haberse salvado matemáticamente de haber ganado su partido pero lo cierto es que tuvo un gran rival enfrente. El Espanyol tiene una de las mejores canteras de España .Este año le ha ganado al Barcelona en casi todas las categorías. El filial blanquiazul también es un equipo poderoso. El principio del partido fue para los visitantes. El Mestala estaba incómodo sobre el campo. La presión adelantada del Espanyol generaba muchos problemas en la construcción de juego y los balones largos a Àlex López no generaban peligro. El equipo perico, sin presiones clasificatorias, empezaba a mostrar la calidad que atesora. Aún así, el Mestalla generó un par de buenas ocasiones en el primer tramo de partido.
El primero que golpeó fue el Espanyol en el minuto 19. Destacábamos en la previa a Jairo y el delantero perico fue el autor de los dos goles de su equipo en el Antionio Puchades A partir de ese momento sí se pudo ver al equipo blanquinegro mandando claramente en el juego. Tropi asumió galones y empezó a aparecer el talento de Nacho Gil, Fernando Cano y Nando. El Mestalla estaba mereciendo el empate llegando con claridad a la portería defendida por Andrés. La oportunidad apareció con un penalti hecho sobre Salva Ruiz, seguramente, el mejor de su equipo. El lateral izquierdo fue uno de los futbolistas que más peligro generó durante todo el encuentro. La responsabilidad de lanzar la pena máxima la asumió Nacho Gil con aplomo mandando el balón a las redes y poniendo el empate en el marcador. El Valencia venía crecido. Hoy, además, la afición respondió. Por fin el Mestalla jugó de local en su propio estadio. La lástima es que se terminara el primer tiempo.
En el segundo periodo, el equipo dirigido por Curro Torres trató de mantener el impulso pero muy pronto, en el 55, el Espanyol hizo el segundo. Al Mestalla no le costó demasiado encajar el golpe y se lanzó a por el gol del empate. Los blanquinegros asumieron muchos riesgos y el Espanyol amenazaba a la contra. Parecía que el balón no quería entrar pese a los continuos intentos. Por fin, en el 85, Iban Salvador, en una jugada personal, se internó en el área y disparó un latigazo que acabó en golazo. Como sucediera en el primer tiempo tras el tanto del Mestalla, ya no quedaba tiempo para mucho más. El Espanyol quiso estirarse y el Valencia tuvo alguna llegada más pero sin excesivo peligro.
El filial valencianista tuvo casta para empatar en dos ocasiones. Generó muchas oportunidades pero no pudo conseguir una victoria vital. La mejor noticia es que el filial sigue dependiendo de sí mismo y se ha ganado sobradamente la confianza.