Hambre de leyenda

El Valencia se juega su pase a la Final de la Copa de la Reina contra el actual campeón.


La dificultad del desafío al que se enfrenta el Valencia Femenino no impide que haya muchos motivos para pensar que la hazaña es posible. Además de las razones futbolísticas, el equipo dirigido por Cristian Toro cuenta con dos imponderables que pueden ser decisivos: la ilusión y la ambición. Se ha acostumbrado el Valencia a lo excepcional, a superar sus límites y a hacer historia en cada competición que participa.

De hecho, el reto de esta tarde a las seis en Melilla sería una misión imposible si no estuvieramos hablando del Valencia. El FC Barcelona consiguió recientemente su cuarto campeonato de Liga consecutivo y ahora aspira a revalidar el título de Copa. Hasta nueve futbolistas del equipo culé han sido convocadas con la selección para disputar el Mundial de Canadá. El presupuesto del Barcelona triplica al del Valencia. Es un duelo, a priori, muy desigual.

Pero como decimos hay motivos futbolísticos para el optimismo. Es cierto que el FC Barcelona sólo ha perdido tres partidos esta temporada pero también lo es que el Valecia fue el verdugo en dos de esas tres derrotas. El equipo dirigido por Cristian Toro consiguió superar al equipo azulgrana en Paterna y en Sant Joan D'Espí. Este hecho también puede tener la lectura negativa de que, bajo ningún concepto, por parte de las culés, va a haber exceso de relajación.

Lo que no cabe duda es que el Valencia sabe cómo crearle problemas al equipo azulgrana. El técnico valencianista ha apostado en sus dos enfrentamientos con el Barcelona por el 3-5-2. Un sistema aparentemente suicida ante un equipo con clara vocación ofensiva y que juega con extremos por la banda. La apuesta del Valencia pasa por multiplicar los esfuerzos de las carrileras: deben tener presencia ofensiva y no descuidar las ayudas a la zaga. Sólo hay un camino para vencer al Barcelona y pasa por la solidaridad en el esfuerzo. Afortunadamente es una senda que el Valencia ya ha atravesado.

El equipo blanquinegro afronta el choque en un excelente momento de forma. A lo largo de la temporada el Valencia se ha visto castigado cruelmente por las lesiones. Son muy relevantes las ausencias de Arantxa y de Claudia pero en la semifinal contra el Athletic se pudo ver cómo jugadoras que han estado de baja estos últimos meses como Monforte o Gio se encuentran en plenas facultades físicas. Además, está el factor anímico. Los cuartos de final fueron la redención necesaria para las valencianistas tras un final de Liga en el que el equipo perdió la frescura y la alegría que le caracteriza.

El Valencia tiene poco que perder esta tarde en Melilla y muchísimo que ganar. Es un equipo que convive con su propio relato repleto de gestas. Tiene hambre de leyenda y hoy puede dar un paso de gigante para incidir en la historia del fútbol español.

¡A por ellas!

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