Las futbolistas dirigidas por Cristian Toro no se lo pusieron fácil al Athletic pero un gol anotado por Eirka en el segundo periodo desniveló el partido.
Nada más y nada menos que diez jornadas ha estado el Valencia sin perder. Existía la conciencia de que sólo realizar el partido perfecto en Bilbao iba a permitir al equipo dirigido por Cristian Toro mantener la imbatibilidad pero en esta ocasión el Valencia fue un equipo con defectos y virtudes. Entre los defectos salir al campo quizá con excesivo respeto al rival, descartando prácticamente la vocación ofensiva y entre las virtudes defender con intensidad. La primera parte tuvo claro color rojiblanco aunque el equipo local sólo dispuso de una ocasión realmente peligrosa en las botas de Iraia cuyo disparo se marchó alto por poco. El Valencia había salido indemne tras los primeros 45 minutos.
En la segunda parte el equipo bilbaíno salió con más determinación a por el gol y las jugadoras vestidas de naranja tuvieron más problemas para contener los ataques de las locales. De hecho, en el minuto 59 el Athletic se puso por delante con un gol de Erika. Ahora sí, al Valencia no le quedaba otra que buscar el tanto del empate. Estuvo a punto de conseguirlo en el minuto 69 pero el disparo de Manu fue repelido por el poste. Fue la mejor ocasión del partido para las valencianistas. A partir de ahí el equipo dirigido por Cristian Toro se volcó sobre la portería defendida por Ainhoa pero las mejores ocasiones fueron para el Athletic a la contra. Sólo las grandes intervenciones de Mariajo permitieron que el Valencia llegara al final del encuentro perdiendo por la mínima. El árbitro pitó el final del partido y los tres puntos se quedaron en Bilbao.
En cualquier caso perder en Lezama entraba dentro de lo previsible dado que el Athletic es uno de los dos grandes de la Liga junto con el Barça. El Valencia demostró que puede competir ante cualquiera y aún tras perder ocupa la tercera posición de la Liga a sólo tres puntos de los líderes Barça y Athletic. La semana que viene frente al Santa Teresa puede ser el inicio de otra serie de partidos imbatidas.