El futbolista argentino deja el club blanquinegro tras cuatro temporadas. Se va en calidad de cedido pero el Espanyol tiene una opción de compra al final de la próxima temporada.
Pablo Piatti ha vivido una convulsa carrera como valencianista. Lo dijo Ángel Gómez, director deportivo del Espanyol, cuando desveló públicamente el interés del club perico por hacerse con los servicios del extremo argentino "viene de sufrir durante muchas temporadas y necesita tranquilidad".
Piatti llegó hace cuatro años procedente del Almería. En el equipo andaluz estaba cumpliendo con las expectativas generadas tras haber irrumpido con fuerza en la Primera División argentina y ser titular en la selección albiceleste sub-20 campeona del Mundo. Pero la progresión de Piatti no continuó como blanquinegro. Fue el fichaje estrella de un Valencia austero y quizá le pesó demasiado esa responsabilidad. Emery le dio muchas oportunidades pero Piatti no respondió sobre el terreno de juego. En su segunda temporada el extremo izquierdo argentino tampoco pudo demostrar su valía aunque con Valverde tuvo alguna buena actuación. Llegaba el tercer año de Piatti en el Valencia y el club de Mestalla trató de buscarle salida. Presionó al jugador para que se fuera haciéndole entrenar al margen y dejándole en Valencia en una gira por EEUU. Pero Piatti se mantuvo firme en su voluntad de quedarse en la capital del Túria. Fruto del intento por apartarle Piatti lució esa campaña el dorsal número 2. Ahora ya no tenía que cargar con la expectativa de fichaje estrella sino más bien al contrario. Poco a poco, fue convenciendo a Djukic y acabó siendo titular. También entró en los planes de Juan Antonio Pizzi y Piatti se redimió de cara a la afición de Mestalla.
Hace dos temporadas, con Nuno en el banquillo, Piatti fue titular indiscutible y parte fundamental del éxito del equipo que volvió a conseguir una plaza para la Champions. Como pieza clave del proyecto, el ex del Almería renovó su compromiso con el Valencia. Sin embargo, el año pasado se torció desde el principio y Piatti, que nunca tuvo demasiados adeptos entre la parroquia blanquinegra, fue uno de los jugadores más señalados por el público. Como hecho simbólico de esta desafección queda la última jugada protagonizada por Piatti en Mestalla cuando fue abroncado por la grada por no darle continuidad a una jugada. El extremo izquierdo, en realidad, había caído al suelo retorcido de dolor por una lesión.
Ahora, tras cuatro temporadas se marcha cedido al Espanyol que tiene una opción de compra a final de temporada cercana a los dos millones y medio de euros. Faltaría por resolver si la opción de compra es obligatoria o no. Un extremo que ninguno de los dos clubes ha querido confirmar.