El club de Mestalla partirá en el segundo bombo y no podrá enfrentarse a ningún rival español.
El Valencia conquistó el lunes pasado el Principado de Mónaco derrotando al equipo local en la eliminatoria de la previa de la Champions League. Hoy, en Montecarlo, el equipo de Nuno se vuelve a jugar sus posibilidades en la máxima competición europea pero el desenlace ya no dependerá de los futbolistas blanquinegros. El futuro del Valencia depende de lo que la mano inocente y la suerte determine. Los mejores equipos del viejo continente parten agrupados en cuatro bombos y no se pueden enfrentar entre ellos los componentes de cada grupo ni equipos de un mismo país. Este año, para conformar el primer bombo no se ha tenido en cuenta el coeficiente de puntos UEFA de los clubes si no que se ha completado con los ganadores de las ocho mejores Ligas. A partir del segundo bombo es cuando se valora el coeficiente y el Valencia está en este lugar de privilegio.
El primer bombo lo forman el FC Barcelona, el Bayern Munich, el Chelsea, el Benfica, el PSG, la Juventus, el Zenit y el PSV. En el segundo, además del Valencia estarán el Madrid, el Barça, el Atleti, el Porto, el Arsenal, el United, el Leverkusen y el City. Esto implica que Otamendi no volverá a Mestalla, al menos, en la liguilla. El tercer bombo lo componen el Shakhtar, el Sevilla, el Lyon, el Dinamo de Kiev, el Olimpiacos, el CSK de Moscú, el Galtasaray y la Roma. Y, por último, en el último grupo del sorteo estarán el BATE BORISOV, el Borussia Monchengladbach, el Wolfsburgo, el Dinamo de Zagreb, el Maccabi de Tel Aviv, el Gent, el Malmoe y el Astana.
Aunque estar en Champions implica que el grado de exigencia es muy alto, el sorteo puede deparar un camino de rosas o uno de espinas. En el mejor de los casos, por poner un ejemplo, el equipo de Nuno podría enfrentarse al PSV, al Olimpiacos y al Gent. Y, en el peor, podría quedar encuadrado en un grupo con el Chelsea, la Roma, y el Wolfsburgo. Que Kempes reparta suerte.