Para el Valencia, la llegada de Pizzi significa un borrón y cuenta nueva tras los tiempos oscuros de Miroslav Djukic; para el técnico es el comienzo de un nuevo proyecto al principio de un nuevo año.
El comienzo del año dice poco en lo futbolístico. Pilla casi a mitad de temporada, sin que la primera vuelta de la Liga haya concluido, en pleno receso europeo y con poco más que los deseos navideños de victorias y mejoría para los que no van bien y de continuidad y éxitos para los que están en el buen camino.
En otros países el fin de la temporada coincide con el del año. Ese es el caso de Argentina, de donde viene Juan Antonio Pizzi, el nuevo entrenador del Valencia, que acaba de proclamarse campeón con el San Lorenzo de Almagro en un torneo inicial de diecinueve jornadas, lo que supone la mitad de nuestro campeonato.
Para el Valencia, la llegada de Pizzi significa un borrón y cuenta nueva tras los tiempos oscuros de Miroslav Djukic; para el técnico es el comienzo de un nuevo proyecto al principio de un nuevo año. En apenas quince días tendrá el valencianismo los primeros elementos con los que juzgar la fase inicial de su trabajo, ya que en dos semanas debe afrontar cinco encuentros. En Liga recibe al Levante (día 4 de enero) y luego cierra la primera vuelta en Vigo ante el Celta (día 11) y abre la segunda en Málaga (día 17). En medio tiene la eliminatoria de Copa del Rey ante el potente Atlético de Madrid, con la ida en Mestalla el día 7 y la vuelta el 14 en Madrid. Dar la campanada ante el equipo de Diego Simeone supondría todo un golpe de autoridad, un fuerte puñetazo sobre la mesa.
Hasta aquí, la realidad. Si pasamos al terreno de las hipótesis nos encontramos con que todavía no conocemos la opinión de Pizzi sobre sus nuevos jugadores. ¿Con quién va a contar?, ¿qué portero prefiere?, ¿le gustan los que empezaron la Liga con Djukic o los que jugaban cuando cerró su ciclo?, ¿prefiere una mezcla?, ¿saldrán futbolistas del Valencia?, ¿llegará alguno?, ¿quiénes van a ser sus hombres de confianza dentro del equipo?, ¿tienen ventaja los argentinos? … Ésta y muchas otras cuestiones están por resolver, aunque las respuestas quedarán al menos esbozadas en los dos primeros encuentros, ante el Levante y el Atlético de Madrid en Mestalla.
El otro capítulo de hipótesis se ciñe al ámbito extradeportivo con la partida de dominó, parchís o póker que juegan a cuatro bandas el club, su fundación, Bankia y la Generalitat. Enero, con chinos o sin chinos, con árabes o sin árabes, con ex jugadores o sin ellos al frente de las opciones de compra del club, debe ser clave. Lo que pase fuera de los terrenos de juego será fundamental, pero es muy importante que el equipo apoye, gane partidos y reanime a una afición que no ha descartado, aunque suene a utopía, alcanzar la cuarta posición. Ojalá. Ese es todavía el deseo para el año que comienza.