Se inicia una nueva partida en la que uno de los contendientes, Aurelio Martínez como cabeza de la Fundación, debe conseguir otro movimiento: que Goirigolzarri (Bankia) crea que si refinancia la deuda conseguirá, más tarde que pronto, recuperar aquello que prestó
Un nuevo movimiento en una partida de ajedrez que debe ganar el Valencia. El aval, otra vez, sí, el de la Fundación, de momento, vuelve a pertenecer a aquel que lo firmó, al Instituto Valenciano de Finanzas, o lo que es lo mismo, a la Generalitat.
Es un movimiento interesante, interesante en lo que atañe al futuro de la partida, por lo menos, si se quiere que la partida continúe.
La entidad financiera, por llamarlo de alguna manera, Bankia, vuelve a ver que, aquel dinero que dejó, tiene a quién pedírselo: a todos nosotros. Que sí, que muchos serán valencianistas pero muchos otros no, y los que gobiernan no deberían disponer de ni un solo euro de todos para ayudar a un sentimiento. Duro para aquellos que viven el Valencia pero lógico a más no poder.
Se inicia una nueva partida en la que uno de los contendientes, Aurelio Martinez como cabeza de la Fundación, debe conseguir otro movimiento: que Goirigolzarri (Bankia) crea que si refinancia la deuda conseguirá, más tarde que pronto, recuperar aquello que prestó.
Este movimiento algunos lo tildan como la salvación del club y quizá lo sea. Pero la venta del club, de manera responsable, repito, DE MANERA RESPONSABLE, y no como se ha hecho en los últimos tiempos en estas tierras del Mediterráneo, también podría ser otra solución incluso mejor.
Ahora, si algunos esperan al "moro musa", sean lógicos, eso es tan improbable como que yo alcance mi peso ideal. Piénsenlo, quién vendría a una ciudad esquilmada en sus referentes, con una crisis, que por mucho que digan, siguen sufriendo todos sus ciudadanos.
Claro, muchos piensan en el Manchester City, en el Utd, Chelsea, en el PSG, en el Inter, en el Mónaco… Pero, aunque nos guste mucho nuestra ciudad, ni se asemeja al volumen de negocio de las ciudades de los equipos anteriormente citados. A no ser que uno sepa cómo vender un pollino que parezca un águila real.
Soy consciente de Salvo y de sus viajes para conseguir el más difícil todavía. Soy consciente de Fernando y de su deseo de que desde la GV tengan a bien tomarlo en serio. No seré yo quien no lo haga. Y no por lo que me haya contado el propio Fernando, error.
Aún así, se contemplará la venta, y si papá Bankia quisiera, debería encontrar a un inversor que le dé más confianza que su propia familia. Porque no puede jugársela a vender (siempre que quisiera) a alguien que, al día siguiente, le plante, por ejemplo, un concurso de acreedores… a Goirigolzarri le da algo.
Aun así, lo bien cierto es que el aval en el IVF, para el Valencia, es un respiro de vida, un respiro de esperanza de que Bankia crea a Aurelio. Si lo cree: refinanciación. Y sí eso se da, será un colchón mullido al que aferrarse. Pero los colchones hay que cuidarlos y esas medidas de mantenimiento han de cumplirse y no quedarse en power points idealistas.
Lo único que yo pido es que se aplique para el Valencia una medida lógica, responsable y que haya confianza en la misma, porque ando harto de palabras huecas, mentiras totales, brabuconadas fruto del protagonismo del momento y otras tantas cosas por parte de directivos, presidentes y políticos. Sean realistas, no digan cosas que no se pueden cumplir, sean transparentes, aborden el problema sin pegarle otra patada a la piedra para ver donde llega. Sean transparentes con aquellos que sienten estos colores y son los que menos culpa tienen de todo.
Muchos se han aprovechado y mucho de un escudo casi centenario, ahora que se ha convertido en un marrón piensen que, sí ahora "no mola", en gran parte, es por su culpa.
Y ahora pensemos en fútbol, que en eso hay mucho que pensar.
Un saludo canallas