Valencia y Basilea disputan esta noche en Suiza la ida de los cuartos de final de la Europa League en un estadio vacío. El equipo de Juan Antonio Pizzi parte con la vitola de favorito para pasar la eliminatoria pese a las últimas derrotas ligueras.
Muchas circunstancias apuntan a que el Valencia, a priori, debería pasar la eliminatoria contra el Basilea. El pedigrí europeo del club de Mestalla y la calidad de su plantilla respecto a la del equipo suizo apuntan en esta dirección. Además, está el factor de que el Basilea verá limitada la ventaja que supone jugar en campo propio porque el partido se disputara a puerta cerrada por sanción de la UEFA. En contra del teórico favoritismo del Valencia se encuentra, en primer lugar, las sensaciones que ha dado el equipo en las últimas semanas y, en segundo, la peligrosidad de un rival que puede convertirse en un lobo con piel de cordero.
El FC Basilea viene, en los últimos tiempos, granjeándose un nombre en Europa. Ya ha abandonado el estigma de cenicienta o equipo comparsa que se les otorga a los clubes suizos pro la debilidad de su Liga. El año pasado llegaron hasta semifinales de la Europa Legue y esta temporada vencieron al Chelsea por dos ocasiones en la fase de grupos de la Champions League. De todas maneras, el equipo suizo llega muy mermado al compromiso de esta noche. Más incluso que el Valencia. La última baja ha sido la de uno de sus principales baluartes: el delantero Streller pero también tiene a tres defensas titulares lesionados. Así las cosas habrá que tener cuidado con el centrocampista Serey Die. Eso sí, más allá de las individualidades el Basilea se caracteriza por ser un equipo muy bien trabajado, rocoso y al que es difícil ganar.
El Valencia, por su parte, afronta el partido repleto de dudas tras haberse dejado remontar en los dos últimos partidos contra el Almería y el Getafe, equipos supuestamente inferiores al club de Mestalla. La labor emprendida por Pizzi de dotar al equipo de unas señas de identidad relacionadas con la consistencia, la intensidad y la competitividad saltaron por los aires en los dos últimos compromisos. Por eso, ahora mismo no hay garantías de que los blanquinegros puedan realizar un buen partido en Suiza. Como no hay mal que por bien no venga puede ser esperanzador pensar que el subconsciente del futbolista ha rebajado su exigencia en Liga y que reserva su mejor versión para la Europa League. Esta teoría deseo viene avalada por numerosos precedentes en el mundo del fútbol. Así las cosas Pizzi pondrá a los que son los mejores bajo su criterio. No caben especulaciones ni probaturas aunque según lo ensayado por Pizzi, en un principio Feghouli actuaría de mediapunta y Vargas en la derecha. Se han quedado en casa Ricardo Costa, Víctor Ruiz y Diego Alves lesionados, Javi Fuego lesionado y Vezo y Vinícus Araújo que no están inscritos en la competición.
El Valencia tiene en su mano que ésta sea una temporada de transición si consigue ganar al Basilea pero pierde en semifinales. Que sea un año condenado al fracaso si pierde contra los suizos o que se convierta en un hito histórico si acaba ganando la competición europea. Esta noche a las 21.05 se empieza a resolver la duda.