El Valencia se juega la temporada en 90 minutos: Una victoria le garantizaría conseguir el objetivo y volver el año que viene a la Champions League
La distancia que existe entre el éxito y el fracaso se verá hoy reducida a lo que suceda en el estadio de los Juegos Mediterráneos desde que el balón eche a rodar hasta que el árbitro señale el final del partido. Diez meses de trabajo sobre las espaldas de los jugadores y un objetivo por cumplir que dependerá también de lo que hagan Sevilla y Atlético de Madrid en sus respectivos compromisos. Al Valencia le vale con conseguir el mismo resultado que el equipo hispalense en Málaga para certificar la cuarta plaza y el acceso a la eliminatoria para entrar en Champions. Para obtener la clasificación directa, es decir, el tercer puesto, deberá ganar contra el Almería y esperar a que el Atlético de Madrid no sume ningún punto en Granada.
La posible sensación de frustración que genera el hecho de tener que jugárselo todo a una carta el último día tras haber realizado una excelente temporada queda compensada con la devoción que la afición está demostrando por su equipo. El valencianismo reconoce los méritos adquiridos hasta el momento por los futbolistas entrenados por Nuno. Por eso, hoy en Almería, el equipo no caminará sólo. Cuesta recordar cuándo fue la última vez que un grupo de aficionados pasó la noche a la intemperie enfrente de las taquillas de Mestalla. Al final, pese a que el club andaluz sólo cedió 700 entradas para los seguidores blanquinegros, se calcula que más del doble asistirán en directo al vital duelo.
El Valencia llega cargado de responsabilidad al partido de esta tarde. Las posibilidades de éxito pasan porque el equipo blanquinegro sepa gestionar sus emociones en una situación límite. Porque el partido es una final para los dos equipos. Si el Valencia se juega empezar con buen pie el nuevo proyecto de Peter Lim, el Almería peleará por mantenerse un año más en Primera División.
Lo cierto es que el equipo andaluz también vive en un estado de ansiedad continuo que escapa de los logros deportivos. El Almería debe ganar al Valencia para mantener la categoría pero también debe esperar a que la semana que viene el Tribunal de Arbitraje del Deporte decida sobre la sanción que supone descontarle tres puntos (por haber pagado fuera de plazo 4.500 euros en concepto de intereses en el mecanismo de solidaridad del futbolista Michael Jakobsen). El equipo almeriense tiene hoy su primera final sobre el césped y después tendrá que afrontar la segunda en los despachos.
En lo estrictamente futbolístico el Almería presenta muchas bajas en defensa lo que obligará a Sergi Barjuan a alinear al canterano Antonio Martín de lateral izquierdo. En ataque, sin embargo, el equipo andaluz cuenta con toda su artillería formada por Thievy, Wellington Silva y Jonathan Zongo. La semana pasada el Sevilla lo pasó muy mal para ganarle al Almería en el Sánchez Pizjuán. Además de saber gestionar las emociones el Valencia deberá ser mejor que un equipo peligroso.
Por su parte, Nuno no podrá contar con Rodrigo por sanción y con André Gomes lesionado. Además, Enzo Pérez está renqueante tras sufrir un esguince en una articulación del hombro el pasado domingo. El técnico portugués, a lo largo de la semana, en previsión de no poder contar ni con André ni Enzo estuvo ensayando con un 3-5-2. Sin embargo, la presencia del argentino augura que Nuno no cambiará de sistema: seguirá confiando en el 4-3-3 y, simplemente, respecto al último once, dará entrada a Enzo Pérez por André Gomes. Otro cambio que se intuye es el del delantero centro y parece probable que Paco Alcácer le deje su lugar a Negredo.
Se cierne el apocalipsis o el paraíso y 90 minutos en el Esadio de los Juegos Mediterráneos tienen la razón del escenario final. Hoy es el día D y el Valencia debe empezar su futuro en Champions League. El desembarco de valencianistas en Almería ha empezado…
¡A por ellos!