Pepe Vaello es un caso único en la historia del fútbol mundial. Se trata de un aficionado que estuvo viajando durante 14 años como miembro de la expedición del club de sus amores. La cantidad de anécdotas recopiladas le permite tener, por ejemplo, una de las colecciones fotográficas más importantes sobre el Valencia CF. Además, obviamente, de las fotografías mentales. Un compendio de recuerdos que forman, a su vez, la historia del propio club. Pepe Vaello es un personaje único que destila humildad y generosidad. Por cierto, es el presidente de honor de Diario de Mestalla pero, ante todo, es un valencianista extraordinario.
– Para los que no le conozcan… ¿quién es Pepe Vaello?
Pepe es un aficionado del Valencia a tal extremo que nazco viendo al Valencia CF, por mis padres que eran forofos, nada menos que de la época de Algiròs. Nos llevaban a Mestalla a los tres hermanos, yo con siete años, el mayor con diez y el pequeño con cuatro. La alineación del Valencia era Cano, Torregaray, Pasarín, Amorós, Molina, Conde, Torredeflot, Vilanova, Andón Costa y Sánchez. Así que desde el año 34 me puedes preguntar lo que tú quieras sobre el Valencia CF.
– ¿Cuál fue su primer desplazamiento para ver al Valencia CF?
Un partido Las Palmas- Valencia. Se hizo un sorteo en la época de Ros Casares, en el año 72, en el que éramos compromisarios un montón de gente. Se hizo un sorteo para que tres fueran al club y fiscalizaran las cuentas que llevaba el Valencia. No acudieron los otros dos y fui yo. Así que dijéramos, casi como premio, al detalle de que fui yo el único que atendió la petición del club, me permitieron que fuera con la expedición allá donde se desplazara el Valencia. Tanto es así que duré 14 años. Desde el 72 hasta la época de Tuzón, q ue fue en el 87 cuando bajó el Valencia y luego subió. Tuve la desgracia de verlo en Segunda y la satisfacción de volver a verlo en Primera. Ése fue el último año que fui con la expedición. Yo fui viudo durante 18 años y me volví a casar… no es que dejé de ir a ver al Valencia sino que dejé de ir con la expedición. Tenía otro tipo de vida.
– ¿Cuál es el partido en todos estos viajes que más satisfecho le dejó?
Ha habido varios. En Nottingham una vez que no recuerdo exactamente cuántos marcamos, creo que fueron cinco. He vivido en Cádiz un trofeo Carranza que también ganamos, la Recopa en Bruselas fue algo extraordinario. Tengo una foto bebiendo champán en la Copa ya en el hotel. Momentos muy emocionantes. La subida a Primera División después de bajar. Yo he pisado todos los campos por los que ha ido el Valencia por estos mundos de Dios, llámese España, llámese Europa y, en Mestalla, sólo he bajado a los vestuarios cuatro o cinco veces nada más, siendo que tenía la potestad de hacerlo cuando quisiera. No me ha gustado ser protagonista y en seguida los periodistas de Valencia que no viajaban con el equipo hubieran dicho ¿éste qué hace aquí?
– ¿En qué campo, además de Mestalla se ha sentido más a gusto?
En San Mamés. El público bilbaíno es uno de los mejores públicos que he tenido la ocasión y satisfacción de tratar. En Bilbao hemos hecho un partido muy bueno y hemos ganado y el público ha aplaudido al Valencia y esto no se ve normalmente en los campos. En San Mamés he vivido eso no una, sino más de una ocasión.
– ¿Qué jugadores le han cautivado por su personalidad?
Ha habido muchos. He convivido con 117 jugadores… tengo muchos y muy buenos amigos. Tanto es así que la entrega que me hicieron el año pasado en mayo de la insignia de oro y brillantes desde Alemania me llamó Bonhoff, desde Argentina Mario Kempes, también me llamó Castellanos. He tenido una relación, exagerándolo un poco, casi, casi, de padre o confesor de ellos. La intimidad me hace ver que he tenido muy buena gente alrededor. Ha habido algún díscolo en el aspecto de rebelde, de no conformarse a ser suplente y verlo muy enfadado con muy malos modos pero han sido los menos.
– ¿Cuáles han sido los mejores jugadores de la historia o, dicho de otro modo, qué 10 jugadores deberían tener su retrato en la fachada de Mestalla?
Vamos a hablar del 40 en adelante que es cuando tengo más noción de lo que es un jugador de fútbol. En esa época, sobretodo Eizaguirre. Luego de Eizaguirre te diría Juan Ramón. Este hombre fue defensa izquierdo durante diez años con el Valencia y cuando se acercaba a los 40, que lo sustituyeron por gente más joven, pidió jugar en el Mestalla. Eso no tiene precedentes. Y jugó con los chiquillos, entre ellos Fuertes, y con ese equipo el Mestalla subió a Primera División. Ése fue Juan Ramón Santiago. Una grandísima persona a la que tuve el gusto de conocer posteriormente porque puso un bar cuando terminó el fútbol al igual que Mundo. Y lo puso enfrente de lo que era el cine Coliseum en la calle Castellón. Dentro de ese equipo estaba Epi, Mundo, Igoa, pero me estás pidiendo diez así que Eizaguirre, Juan Ramón, Asensi, que fue un espectáculo, Gorostiza, Mundo y Epi. De otra época Puchades que también era una gran persona con la que he convivido ésta última época. Pepe Claramunt, un jugador extraordinario. Más adelante a Mario Kempes no hace falta que lo nombremos y es uno de mis favoritos como persona también. Solsona fue un gran jugador pero no estuvo muchos tiempo, pero Saura y Castellanos que han estado muchos años hay que destacarlos… creo que ya te he dicho más de diez
– ¿Cuál ha sido su mejor momento como valencianista?
Hubo dos extraordinarios aunque con grandes decepciones que fueron Milán y París. Las dos finales. Dos acontecimientos que no había vivido jamás, a pesar de haber visto tanto fútbol. Fuimos toda la familia. Esas finales no tienen nombre. Por desgracia, a corta distancia, creo que no lo vamos a ver
– ¿Y el peor?
Bajar a Segunda. Lo viví con el equipo y fue terrible. Eso fue terrible.
– Llegó a ser usted una persona influyente en el vestuario del Valencia…
Esta feo decirlo pero sí.
Era uno más en las concentraciones y podía entrar en el vestuario cuando quisiera, incluso los futbolistas le pidieron que posara con ellos en la foto oficial antes de un partido
Sí, era el último partido de Liga y lo jugó el Valencia en el campo del Atlético de Madrid. Los jugadores me hicieron salir a estar con ellos y yo decía ¿y yo qué pinto ahí? Y lo jugadores me decían ‘vente con nosotros’ y me sacaron… No quería pero en mi interior quería porque dije, si no hago nunca nada, ¿para una vez que me lo piden voy a decirles que no? Insisto en que está mal que lo diga yo pero he dado motivos para que los jugadores se acuerden de mí.
– ¿Ha silbado alguna vez al equipo desde su localidad de Mestalla?
¡Jamas!, ¡Jamás! Ya pueden hacer el partido que sea. En la vida he gritado yo al Valencia CF. Porque esto se lleva o no se lleva. Si juegas bien aplaudir es lo más cómodo y lo más sencillo del mundo. Ahora bien, que el equipo esté perdiendo y encima cuando uno tiene un problema que le recrimines lo que está haciendo… vaya moral que le damos al equipo. Otra cosa es, yo no lo he hecho pero lo entiendo, que cuando terminara un partido, se le gritara lo que quisiera. Yo no lo he hecho, repito, pero eso lo entiendo. El que es valencianista de verdad pienso que jamás en la vida puede ir contra sus jugadores
– ¿Qué aspectos del fútbol actual no le acaban de convencer o cree que antes se hacía mejor?
Cada época requiere un modo de vida y lo mismo pasa en el fútbol. Antes se jugaba con dos defensas, tres medios y dos delanteros. Ahora ese sistema no valdría para nada. ¿Es mejor aquel momento de hace 50 años, en medio, o ahora? Cada época marca un sistema de juego. Benito Díaz, de la Real Sociedad cambió la manera de jugar al fútbol. De la noche a la mañana pero hoy no le valdría para nada. Hoy los once tienen que trabajar para los once.
Y en el aspecto extradeportivo
Yo he vivido con diez u once directivas distintas. Cada directiva ha elegido sus hombres o amigos, de todo hay, de todo hay. Directivas que han sabido mucho de fútbol y otras que han sabido muy poco. Que han sabido de sus negocios pero que en fútbol no son tan fenómenos. No todos tienen la humildad de dejarse asesorar.
– ¿Cuál ha sido el mejor presidente según su criterio?
Don Luis Casanova, un presidente extraordinario en todos los sentidos. El Valencia en la década de los 40 y los 50 ganó tres o cuatro títulos. Era el equipo más peligroso para jugar contra él que había en España junto al Athletic. Llevó las cuentas del Valencia fenomenalmente bien. Hubo otro, Arturo Tuzón, que en ese aspecto económico lo hizo muy bien. Un hombre que dejó las cuentas limpias del Valencia y eso es muy difícil en el fútbol.
– Cómo ve la actual situación del club, hay quien dice incluso que el Valencia podría desaparecer….
No, eso es imposible. Televisió Valenciana ha desaparecido pero el Valencia no. En un campo de fútbol hay más políticos que en toda España junta. Puede que cambie de dueño. Eso es otra película.
– ¿Sabe qué es el proyecto Gloval?
No. Lo oí en su momento a Amadeo Salvo que tengo la convicción de que es un hombre que está tratando por todos los medios que el Valencia salga a la orilla… pero le va a costar mucho
– ¿Cuáles cree que deben ser los valores que caractericen al Valencia?
El valor humano. El que no manda en los vestuarios no tendrá equipo jamás. Yo he visto a nueve o diez entrenadores de distintos países y con diferente mentalidad y me he dado cuenta de que el entrenador que se hace con un vestuario, aunque sea imposible hacerse con el 100% porque todos no juegan, es imposible que pueda fallar nunca. El equipo tiene que ir adelante
– Hace año y medio recibió la insignia de oro y brillantes por parte del club… ¿ya era hora no?
Eran 76 años siguiendo al Valencia, sin dejar de ser socio naturalmente. Creo que tengo el 107… Aunque por esto no me merecía la insignia. Habrá gente que habrá seguido al Valencia tantos años como yo pero no habrá hecho lo que hecho yo. He vivido 14 años de vestuario y jamás he cogido una camiseta y podría haberlo hecho. Ahora me arrepiento porque imagínate las camisetas que tendría. He sido un colaborador total y absoluto y desinteresado. Me he entregado totalmente.