EL EQUIPO
Ojalá el gol de Diakhaby frente al Sevilla FC tenga una trascendencia fundamental en los próximos meses. Fue un tanto cargado de simbolismo con el ambiente bélico en las gradas y la efusiva celebración del francés. Gracias al remate de cabeza del ex central del Lyon el Valencia no perdió definitivamente el tren de la Champions. La igualdad en la Liga está permitiendo que el equipo dirigido por Marcelino mantenga un hilo de vida que le conecta con el objetivo principal de la temporada. Conviene, también, valorar la primera parte del Valencia frente al conjunto hispalense y la gran victoria ante el United para completar una visión esperanzadora de cara al futuro. El sorteo benevolente en Copa del Rey y ser cabeza de serie en la Europa League son argumentos lo suficientemente poderosos y estimulantes como para no dar la temporda por perdida. En el aspecto puramente deportivo se habla, con razón, del bajo rendimiento de algunos jugadores clave. Pero también conviene destacar las excelentes prestaciones de otros futbolistas como Gayà, Paulista, Coquelin, Soler o Santi Mina. El prisma que determinará si el vaso está medio lleno o a punto de romperse lo dará Ipurúa.
MARCELINO
El técnico asturiano sigue cuestionado. La visita de Peter Lim puso sobre la mesa el debate sobre su continuidad. Lógicamente, Alemany es el principal valedor del técnico. El director general ha creado un proyecto a medida del entrenador asturiano. Habría que preguntarse si es el mejor modelo de club pero, una vez escogido ese camino, lo más coherente es persistir en la idea, al menos, hasta final de temporada. Eso sí, incluso si Marcelino consigue remontar la situación, sería interesante que Mateu repensara su diseño para el Valencia. Sobre todo, la parte en la que se le concede poderes absolutos al cuerpo técnico. La experiencia así lo aconseja.
ANIL MURTHY
Antes de que se celebrara la semana pasada la Junta de Accionistas, el presidente del Valencia CF, Anil Murthy, concedió una serie de entrevistas a algunos medios de comunicación. Además, intervino en la Junta y después del partido contra el Sevilla FC escribió una serie de tuits. Esta exposición pública ha deteriorado su imagen con un discurso que establece diferencias entre verdaderos y falsos valencianistas. En primer lugar, cabe decir que una actividad tan denostada como la del ‘repartidor de carnets’ desempeñada por una persona con una vinculación reciente al club es, cuanto menos, chocante. Por otra parte, el maniqueismo denota falta de confianza en la inteligencia de los aficionados. El presidente concretó su visión en una entrevista concedida a El Desmarque y puso en el mismo plano de falsos aficionados a los que sabotean la cuenta del club en redes sociales y a los que amenazan a otros valencianistas en los desplazamientos. Y no es lo mismo. El problema con los primeros deriva de la denuncia de la Curva Nord por el impedimento de hacer tifos en Mestalla. Sorprende que el club no haya flexibilizado su criterio en este tema o no haya expuesto públicamente y de manera solvente sus razones. Así, no es difícil identificarse con la reivindicación de la Curva Nord y entrar en el segmento de falsos aficionados. Respecto a los segundos, el sentido común obliga a alinearse con el presidente. En este asunto, con evidencias en la mano, lo lógico es que Anil encuentre el respaldo de la opinión pública. Pero el singapurense debe ser preciso en su discurso. O, directamente, optar por no hablar. El periplo de una semana expuesto ha provocado que el ambiente se enrarezca aún más. A nadie se le escapa que en Mestalla, desde el gol sur, se canta en contra del presidente. Y, si el equipo pierde, puede hacerlo todo el estadio. Y nadie, hasta el momento, ha sobrevivido a eso.
LA JUNTA DE ACCIONISTAS
Hace una semana se celebró la Junta de Accionistas. Pese a la escasa asistencia, los socios que intervinieron plantearon cuestiones interesantes. A Meriton se le recordó el compromiso de que Peter Lim, pasados dos años, debía comprar las parcelas de Mestalla por 150 millones de euros en caso de que no hubiera alguna oferta mejor. En su día, Aurelio Martínez especificó que este acuerdo era un ápendice del contrato suscrito. Que lo verbalizó Kim Koh ante una grabadora en presencia de la notaria Ana Julia Roselló y que tenía el mismo valor que las cláusulas firmadas sobre papel. Es, sin duda, el fiasco más grande del proceso de venta. Llama la atención que en la ronda de entrevistas que realizó el presidente recientemente ningún medio le preguntara por este asunto y que sólo DIARIO DE MESTALLA le haya cuestionado a Mateu Alemany al respecto en una de sus comparecencias periódicas. El director general contestó lo mismo que en la Junta «no me consta». Pudiera parecer que Kim Koh no trabaja en el despacho de al lado de Mateu.
Por otra parte, tampoco se ha cumplido el plan de negocio de Mériton que preveía entrar todos los años en Champions. También, es obvio que Peter Draper y sus sucesores han fracasado, hasta el momento, en su propósito de aumentar los ingresos de forma significativa. Así, el balance sobre la gestión de Mériton, cuatro años después, no puede ser positivo. Económicamente, la situación del club es mejor por las garantías que ofrece Peter Lim. También cabe valorar los esfuerzos del magnate singapurense por cambiar el rumbo deportivo del equipo. Pero es evidente que aún falta mucho por hacer y Mériton podría empezar cumpliendo una cláusula fundamental del contrato que firmó: comprar los terrenos de Mestalla por 150 millones de euros.
La Junta, además, sirvió para que los socios preguntaran por el Valencia CF Femenino. Siempre es interesante que Alemany y Murthy sepan de primera mano que es un tema importante para el aficionado.