La Academia valencianista va por el buen camino pero todavía es pronto para exigir resultados
Con el primer equipo en Chile llevamos unos días siguiendo las evoluciones del filial. Ya hemos dicho en diferentes ocasiones que el fin último de una escuela, más que los títulos que se obtengan en las categorías inferiores, es proveer de futbolistas a la primera plantilla. En este sentido se ha producido una evolución muy interesante en la Academia valencianista. El juvenil de División de Honor campeón de Liga del año pasado ha subido en bloque al Mestalla (hasta diez jugadores que ocupan diferentes demarcaciones) y esto, sin duda, es un logro mayor que el propio título.
Es un proceso largo trabajar con la cantera que no promete resultados en el corto plazo. Sin embargo, para que la rueda sea completa, este año deberían haber subido cuatro o cinco jugadores del Mestalla al Valencia CF. Ése es el objetivo, que los futbolistas vayan quemando etapas de manera natural hasta llegar al primer equipo.
Pese al fracaso del Mestalla el año pasado hay tres futbolistas susceptibles de subir este año. Uno de ellos, de hecho, ya forma parte de la primera plantilla. Pero además de Gayá, perfectamente podrían estar Rober y Jaume. Y si nos apuran Portu, que ha sido vendido al Albacete. Y si nos siguen apurando Carlos Delgado o Manu Molina. Se trata de eso, de ir subiendo escalones, de, en un futuro no muy lejano, tener en la plantilla la mitad de los jugadores de la casa. El papel que desempeñe el Mestalla este año puede ser un buen indicativo de sí se está trabajando bien. Cómo avancen en su carrera los jugadores del juvenil campeón y saber cuántos de ellos acaban subiendo el peldaño definitivo, el que les lleve al primer equipo, será la mejor vara de medir para valorar si el proyecto Gloval va en serio o se queda en marketing. Con Lim o sin Lim, con dinero o sin dinero, la cantera es el futuro.