Hay miradas optimistas con respecto a la venta. De hecho, se ha anunciado casi a diario. Sin embargo, hay argumentos para pensar que no va a ser fácil.
Hace una semana se produjo una reunión de los patronos y Aurelio Martínez comentó que iban a ir convocando una serie de encuentros informales para ir poniéndose al día. Para no tener que enterarse por la prensa. Así pues, la cita de esta tarde en la sede de la Fundación sólo es indicativa de eso. Desgraciadamente, no implica ningún avance por sí misma aunque haya quien interprete señales. Puede ser más llamativo que el Consejo de Administración del club se reuniera ayer lunes a las 20.30 horas. En cualquier caso, se respira calma tensa. La situación parece que sigue igual. Y decimos igual pero se nos escapan muchas cosas.
No ha quedado claro qué garantías espera Lim ni qué le pide a la Generalitat y a Bankia. Y tampoco, en su caso, por qué el Govern y el banco no se las dan. Tampoco se conocen todos los requerimientos que han llegado a la Fundación. Se dijo que habían siete, tres de los cuales eran de NewCoval y uno de Andrés Sanchis. Por tanto, quedarían tres por desvelar. Se ha especulado con que uno se refiere al plan urbanístico del actual Mestalla, un tema que ya ha pasado por los tribunales. Pero quedarían dos requerimientos que no se sabe qué piden. Además, según apuntó anteayer el periodista de ABC Manuel Conejos, a Lim también le preocupa, lógicamente, la investigación que la Unión Europea mantiene abierta por el aval del IVF. Según esta información desde Singapur piden que la Generalitat les garantice el riesgo y esto es jurídicamente inviable. Todos estos datos hacen pensar que el Valencia es un club prácticamente invendible. Por lo menos, para alguien que no quiere líos o que entiende que su reputación puede salir dañada. Es perfectamente entendible, de hecho, es lo más sensato por mucha ilusión que tenga. Esto, obviamente, hay que agradecérselo a los mandatarios que han llevado al club a esta situación y, sobre todo, a quiénes les colocaron. El levantamiento de alfombras nos ha devuelto a la realidad.
Además, faltaría por saber qué es lo que ofrece Lim y si su proposición es aceptable. Se podría interpretar que al magnate singapurense sólo le compensa comprar el club si tiene la oportunidad de marcharse en el momento en el que las aguas se enturbien. Y esto puede parecer una alternativa poco atractiva para el Valencia. El problema es que nadie es capaz de explicar otra. Ahora bien, el lunes que viene empieza la pretemporada y, en un mes y medio, la Liga. Lo que tenga que ser no se puede demorar. No hay que perder de vista el tema del fútbol: es un deporte que se juega con un balón y queremos que gane el Valencia.