El máximo accionista ha prescindido de su entrenador un año después de su llegada al Valencia
Nuno, el entrenador perfecto para el proyecto de Peter Lim hace cuatro meses, se marchó ayer del Valencia CF. Es, sin duda, el primer fracaso del empresario singapurense como máximo accionista del club de Mestalla cuando todavía no se ha cumplido ni un año desde su llegada efectiva a la entidad. Peter Lim arriesgó mucho con el técnico portugués: se desprendió de Pizzi para hacerle hueco y de Amadeo Salvo y de Rufete para que estuviera cómodo y ahora ya no confía en él.
La verdad es que en este editorial no apostábamos porque Mériton prescindiera de Nuno después del Sánchez Pizjuán, ni siquiera después del Barça y del Lyon. Una lectura que deja esta salida es que Mestalla sigue mandando. Lim ha decidido gestionar la parte deportiva desde la pasión aunque hay que señalar la excepcionalidad de este caso porque la situación de Nuno era insostenible, incluso, más allá del ambiente hostil en el coliseo valencianista. Los jugadores diciendo que se habían enterado de la salida de Nuno mientras lo contaba en rueda de prensa evidencia una relación con el grupo devastada.
Se ha terminado la etapa de Nuno al frente del Valencia y se marcha por la puerta de atrás. Pretendió hacer ver que dimitía y ayer estuvo evitando a la prensa. Ha cometido demasiados errores para ser entrenador del club de Mestalla. Ahora la pelota está en el tejado de Mériton porque nunca ha salido de ahí. Debe plantearse si el problema, es decir, el error, era Nuno, el perfil de Nuno, o el perfil del proyecto. La elección del nuevo técnico traerá algunas respuestas al respecto.