El Valencia volvió a descomponerse tras encajar un gol
Tras el partido contra el Gante la crítica andaba preocupada con Negredo o, como mucho, con el estado físico de los jugadores que habían bajado su rendimiento en la segunda parte. En DIARIO DE MESTALLA pusimos el acento en la debilidad mental del equipo tras recibir el gol y el análisis del partido de ayer va en el mismo sentido. El Valencia, durante la primera media hora, mal que bien, no concedió ninguna ocasión al rival. A la apuesta táctica de Nuno le faltó profundidad ofensiva pero no fue un fracaso en sí misma. Acabó saliendo mal porque los jugadores, de nuevo, no supieron afrontar el contratiempo del gol encajado y se desmoronaron. El Valencia desapareció del campo desde el minuto 30 al 72, un hecho que puede pasar factura contra el Barakaldo y que, inevitablemente, supone una derrota por goleada en el Manzanares. Milagrosamente el Valencia sólo encajó un tanto más en esos 42 minutos en los que abdicó de competir.
Los que piden la destitución de Nuno (algunos por motivos extra deportivos desde el pasado verano) han convertido su reivindicación en un clamor tras el vergonzoso partido del Calderón. El Valencia vive en permanente estado de guerra civil. Sin embargo, un proyecto serio como el de Mériton no puede depender de una serie de malos resultados a principio de temporada. Nuno es una apuesta personal de Peter Lim y los balances se hacen a final de año. Cada uno es libre de pensar y expresar lo que quiera, faltaría más, pero entregarse a una cruzada cuyo fin es improbable y no garantiza nada puede ser contraproducente. Veremos.
Por otra parte, siempre hemos entendido y respetado el hecho de que Nuno en su discurso público dulcifique los análisis de los partidos a fin de proteger a los jugadores. Pero ayer el entrenador portugués traspasó los límites de lo razonable asegurando que su equipo había ido de menos a más en el duelo del Calderón. Menos mal que al final, en la última pregunta, expresó su frustración y admitió errores en el planteamiento. Por ahí se empieza a cambiar la situación.