Habrá que ver cómo funciona la nueva estructura para sacar conclusiones
Suponer que a Djukic se le está faltando el respeto por la injerencia de Rufete es faltarle el respeto a Djukic. El entrenador serbio ha dado muestras de ser una profesional flexible pero aún no hay evidencias de que sea dócil. La normalidad que le da el técnico valencianista a la reestructuración deportiva de la entidad debería hacer que algunos se replantearan su discurso. Es absurdo que se vaticine que el invento no va a funcionar cuando se está poniendo en marcha. Igual que no tiene sentido criticar al Mestalla sin haberlo visto jugar. Causa cierta extrañeza que se extiendan discursos negativos sobre algo que no se conoce o sobre algo que no ha pasado.
Por eso, al final, lo que se extiende es la sospecha de que a algunos todo les parece mal por sistema. Hay quienes lo hacen por interés personal. Otros, creen que el conflicto permanente es lo que mantiene el interés por este club o por este deporte.
Por cierto, hoy es Luis Milla pero el otro día era Garrido. Mañana será Fran Escribá para el futuro e incluso, el propio Rufete…
Aquí seguimos apostando por Djukic y sin ultimátum.