La Liga Española está pagando el precio de llevar muchos años haciendo las cosas al revés. Ahora se abre la posibilidad de empezar a hacer algo decente.
Pudimos saber el otro día a través del presidente del Espanyol que el Valencia está dispuesto a amotinarse en caso de que no se vendan los derechos de televisión de los clubes de forma centralizada. Es decir, en caso de que no haya un reparto justo. Llevamos muchos años bajo el influjo de unos contratos que privilegian a los poderosos y dejan las migajas para los demás. Todo se resume en la visión que en más de una ocasión ha expresado Javier Tebas "las demás ligas nos adelantarán y ¿quién querrá ver la Liga sin Cristiano o Messi?".
Las cosas se pueden hacer mal o, directamente, hacerlas al revés de cómo se debe. La Liga Española, se vendan como se vendan los derechos, ya llega tarde. Esta semana se ha conocido que los equipos de la Liga inglesa cobrarán alrededor de 7.000 millones de euros por este concepto mientras que la Liga Española aspira a cobrar algo más de 1.000 millones. Es cierto que influyen muchos factores para que haya esta diferencia pero el más determinante está en el de la capacidad y las aptitudes de los dirigentes. La mentalidad de privilegiar al Madrid y al Barça ha generado una desigualdad que hace poco atractiva a la Liga.
Ahora bien, puestos a repartirse los 1.000 millones, el Valencia debe posicionarse sin fisuras por la igualdad. Llegamos tarde para competir con Inglaterra pero eso no quiere decir que se deban seguir haciendo las cosas mal. Hay un modelo que funciona, el inglés, y es tan sencillo como copiarlo. Como dijo Lay Hoon, no hacen falta palabras y sí acciones. Los dirigentes del Valencia van a encontrar todo el apoyo de la afición si no se arrogan a los deseos de los poderosos.