El Valencia tiene que empezar a dar más argumentos futbolísticos urgentemente
El partido de ayer deja un análisis necesario pero algo superficial acerca de, por ejemplo, la actuación de Filipe Augusto o la conveniencia de hacer tantos cambios de golpe en el once titular. Sin embargo, el verdadero problema de este equipo es que no juega a nada y ahí cabe hacer una profunda reflexión.
El Valencia tiene una defensa espectacular: Mustafi y Otamendi forman una de las mejores parejas de centrales del mundo. El equipo también destaca por su potencial ofensivo y la capacidad para hacer goles con poco. Estos dos factores han permitido al equipo de Nuno ganar muchos puntos hasta ahora y casi garantizan, en el futuro, estar en la pelea por la Champions League. Ahora bien, si por alguna de aquellas falla la seguridad defensiva o los delanteros no están acertados al Valencia ya no le queda nada que aportar.
Por eso, cuando juega contra el Rayo el rival parece más el Bayern Vallecano. El baile en la ida y en la vuelta ha sido evidente. Estamos de acuerdo en que el Valencia es un equipo en construcción. Pero ayer se demostró que el equipo debe evolucionar más rápidamente. Haber caído eliminados de la Copa hubiera sido casi como tirar la temporada a la basura. El Valencia debe empezar a ofrecer más argumentos futbolísticos urgentemente. Debe aprender a ser un equipo protagonista sobre el terreno de juego para no depender exclusivamente de la inspiración de sus delanteros o de la presencia de Otamendi y Mustafi en el campo.