El Valencia consigue los tres puntos ‘in extremis’ tras un partido muy discreto. El gol de Vezo a última hora alivia el pobre espectáculo ofrecido por el equipo.
Pizzi repitió la alineación del partido contra el Sevilla con las novedades de la inclusión de Vezo por Ricardo Costa que estaba sancionado y la presencia de Keita en vez de Alcácer. Este último cambio permitió que Parejo, en principio, tuviera menos responsabilidad defensiva jugando por detrás de Vargas. Sin embargo, luego se vio que el jugador de Coslada tuvo que aparecer por todas las zonas del campo, haciendo coberturas y bajando a ayudar en la construcción de juego. Como se preveía, el Valencia salió dispuesto a asumir el control del partido. Aún así, lo más parecido a una ocasión llegó, en primera instancia, por parte del Granada con un disparo de El-Arabi desde fuera del área. Al Valencia le costaba hacer transitar el balón con fluidez. La segunda oportunidad, ésta un poco más clara, también corrió a cargo del equipo andaluz. En esta ocasión fue Recio quien entró en el área con ventaja pero Barragán, muy atento, consiguió tapar el disparo del jugador rojiblanco. El Granada en el minuto 20 tuvo que hacer una sustitución por la lesión de Fran Rico y salió al campo Fatau. Esta incidencia no varió la actitud del equipo andaluz que estaba cómodo en el campo y no permitía al Valencia hacer su juego. Además, se prodigaba en ataque con más peligro que el Valencia. Quizá la posición adelantada de Parejo restaba variantes a la zona de creación del equipo de Pizzi. Sólo alguna aparición de Bernat por la izquierda y de Barragán o Feghouli por la derecha daban algo de profundidad al fútbol de los locales. Una acción de Parejo a la media hora de juego levantó a los aficionados de sus asientos. El futbolista de Coslada hizo un eslalon desde el centro del campo yéndose de dos rivales que le hacían falta y puso un gran balón a la izquierda. Tras pasar por Feghouli, el esférico acabó en las botas de Fede que probó desde fuera del área sin causarle demasiados problemas a Roberto. Esta acción pareció animar a la grada pero un disparo peligroso de Brahimi en la jugada siguiente volvió a enfriar los ánimos. La primera parte terminaba sin que el Valencia hubiera hecho méritos para ir por delante en el marcador.
Pero el verdadero jarro de agua fría llegó nada más comenzar la segunda parte. Un exceso de confianza de Javi Fuego en el área, que le dejó el balón con el pecho a Mathieu en desventaja, fue aprovechado por Piti para hacer el primer gol. Pizzi buscó la reacción del equipo y dio entrada a Paco Alcácer por Keita. el equipo adquiría un perfil más ofensivo. Parejo retrasó su posición y Vargas pasó a jugar por detrás de Paco Alcácer. El Valencia, lógicamente, se lanzó con todo a por el gol del empate. En el minuto 58 Pizzi hizo la segunda sustitución cambiando a un desaparecido Vargas por Jonas. Lo intentaba Feghouli por la banda derecha con más ahínco que acierto. Hasta que llegó el minuto 63. Entonces, el argelino sí que envió un balón peligroso al área y allí apareció Paco Alcácer, colándose entre los defensas para hacer el primer gol del Valencia con un tanto de delantero centro. Uno a uno y Mestalla entraba en ebullición. Jonas la tuvo tras otra buena acción por banda derecha entre Barragán y Feghouli. Míchel salió al campo por Fede poco después. Los minutos pasaban y el Valencia no conseguía encerrar al Granada y, cuando llegaba cerca del área, faltaba claridad. Parejo acusaba el sobreesfuerzo de la primera parte ya que se vio obligado a jugar a ratos de lateral izquierdo y a ratos de extremos derecho. A diez minutos para el final Paco Alcácer la volvió a tener tras centro de Bernat pero esta vez su remate fue despejado por Roberto. La grada cantaba el 'a por ellos' pidiéndole al equipo un último esfuerzo para buscar la victoria. Javi Fuego se lesionó levemente. Al no haber más sustituciones, Míchel pasó al mediocentro y Javi Fuego permaneció en el campo como delantero 'palomero'. En el tiempo añadido se obró el milagro. Una falta lateral lanzada por Parejo acabó en las botas de Vezo tras una salida en falso de Roberto. El central portugués que debutaba como titular e hizo un partido correcto aunque poco exigido remató de primeras con la derecha e introdujo el balón al fondo de las mallas. Pizzi lo celebró en el banquillo y la grada estalló de júbilo. Evidentemente, lo importante era ganar.