El equipo de Juan Antonio Pizzi ganó y convenció ante su afición. Le costó abrir la cuenta pero después jugó a placer. El Betis se deshizo como un azucarillo. Tarde festiva en Mestalla que hacía tiempo que no disfrutaba así con su equipo.
Antes de que comenzara el partido se le rindió homenaje a Luis Aragonés. El Sabio de Hortaleza dejó un recuerdo imborrable y construyó un equipo con los valores que han hecho grandes a este club. Al campo saltaron algunos ex jugadores de la plantilla subcampeona de Liga y los familiares de Luis Aragonés. Los futbolistas de Betis y Valencia les recibieron con un pasillo y se guardó un minuto de silencio.
El Valencia salió con la alineación prevista, es decir, con Senderos y Vargas como principales novedades. En los primeros minutos el equipo de Pizzi ejerció el control sobre el juego pero sin un ápice de profundidad. A los cinco minutos Mestalla reclamó penalti sobre Feghouli, absurdo porque el argelino salía del área, pero penalti. Hubo que esperar a que se cumpliera un cuarto de hora para ver la primera ocasión de gol. Vargas remató de cabeza un córner y el balón salió desviado por poco. El Betis estaba bien situado en el campo e impedía que el Valencia jugara con comodidad. Pese a los constantes desmarques de Paco Alcácer faltaba algo de movilidad en el resto de futbolistas de ataque. El juego era muy estático. Las incorporaciones de Bernat y Barragán parecían las únicas vías para desatascar el partido. El Valencia, poco a poco, iba aumentando su presencia en el área del Betis, fundamentalmente, a balón parado y cuando se ejercía la presión a la salida del balón del equipo verdiblanco. Por estas dos vías llegaron dos ocasiones consecutivas, la segunda de las cuales, acabó en el primer gol. En la primera, Paco Alcácer robó un balón al defensor verdiblanco y dio un pase a Vargas que encaró a Adán. Su disparo cruzado fue desviado por el guardameta del Betis. En el saque de esquina Mathieu remató a las redes el centro de Piatti. Era el minuto 40 y al Valencia se le ponía de cara el partido. Piatti estuvo a punto de hacer el segundo poco después: regateó al portero pero se quedó sin ángulo. En la jugada posterior Vargas recogió un balón dentro del área y su centro raso fue rematado por Paco Alcácer 'el que no tiene gol' al fondo de las mallas. El Valencia, haciendo poco, se iba al vestuario con el partido prácticamente sentenciado.
Pese a que el equipo de Pizzi salió con bastante ímpetu en el segundo periodo fue el Betis quien estuvo cerca de recortar distancias con un cabezazo de Amaya tras saque de esquina. El Betis crecía algo pero Feghouli y Piatti empezaban a aparecer por las bandas y Parejo se gustaba en la zona media. El Betis adelantaba líneas y el Valencia, a la contra, hacía daño. En el minuto 62 los locales pusieron el tercero en el marcador. Una rápida combinación entre Feghouli y Alcácer acabó con el argelino regateando al central y disparando con potencia para hacer el tercero. Una contra de libro finalizada con maestría por el argelino. Pizzi cambió a Piatti por Míchel. El público se puso en pie para despedir al argentino. Mestalla estaba viviendo una tarde plácida y feliz. Más, cuando, cinco minutos después, Paco Alcácer remató un centro de Barragán para hacer el cuarto gol. Gritos contra Bankia en el fondo sur y despedida a Alcácer como un héroe cuando fue sustituido por Jonas. Esperemos que el de Torrent haya convencido ya a los más escépticos con sus enormes virtudes. Era una tarde para disfrutar y los goles no habían acabado. Míchel puso un gran pase a Vargas que, en carrera, controló y se fue por velocidad de su marcador rematando con violencia haciendo imposible la parada de Adán. Cinco a cero.. Senderos abandonó el campo para que debutara Rubén Vezo como jugador valencianista. El partido, evidentemente no tenía más historia. El Betis se había desintegrado y el Valencia jugaba cómodo. Sólo quedaba que el árbitro pitara el final para certificar el cambio de tendencia.