El Valencia golea al Celta en Balaídos, consigue tres puntos y los futbolistas disipan las sospechas de su falta de implicación.
Eran tan malas las perspectivas previas al partido que ver al Valencia competir desde el principio ya fue un alivio. Pero lo mejor estaba por llegar. En Balaídos el equipo de Nuno se jugaba algo más que tres puntos. Los futbolistas reivindicaron su profesionalidad después de una semana muy complicada tras la imagen mostrada en Bélgica. El Valencia ganó y, después de mucho tiempo, convenció con un resultado inapelable.
Nuno dispuso sobre el campo una alineación inédita con Jaume, Barragán, Mustafi, Vezo, Gayà, Javi Fuego, Parejo, André Gomes, Cancelo, Bakkali y Alcácer. La principal novedad fue la demarcación de Cancelo con un perfil más ofensivo de lo habitual. Feghouli, finalmente, fue descartado por sus problemas en la planta del pie izquierdo.
Vista la trayectoria de los dos equipos y pese a la diferencia de presupuestos el Celta partia como favorito para hacerse con la victoria. Sin embargo, el encuentro empezó igualado. Los jugadores de naranja sabían que el foco estaba puesto sobre ellos. Debían despejar la sospecha de un complot contra el entrenador y, tal vez por eso, después de mucho tiempo, se vio a un Valencia presionando arriba, peleando todos los balones y achuchando a su rival.
Parejo y André Gomes combinaban bien por el centro del campo y Cancelo y Bakkali le daban profundidad al equipo por las bandas. En el minuto 8 el lateral portugués puso un centro muy peligroso que Sergio no fue capaz de atajar. Desafortunadamente, el balón no encontró rematador. Y en el minuto 12 el Valencia vio recompensada su puesta en escena con un gran gol de Paco Alcácer. El delantero de Torrent recibió en tres cuartos de campo, aguantó el balón hasta que encontró a Parejo y tiró el desmarque. El '10' del Valencia le devolvió el esférico a Alcácer que con una gran maniobra, desde el punto de penalti y con la oposición del defensor y del portero, envió el balón al fondo de las mallas.
El Valencia había hecho lo más difícil. Había conseguido cambiar la actitud del partido en Bélgica y se había puesto por delante en el marcador. El Celta trató de reaccionar y el Valencia perdió la iniciativa del juego. Estuvo a punto de durar muy poco la alegría pero el árbitro anuló correctamente un tanto marcado por Pablo.
Sin embargo, en el minuto 23, el equipo celeste sí consiguió empatar el partido después de un saque de esquina en el que los jugadores celtiñas cabecearon el balón en dos ocasiones antes del testarazo definitivo a gol de Augusto Fernández. Un desajuste defensivo obvio porque todos los jugadores trataron de provocar el fuera de juego menos Gayà.
El escenario del duelo cambió por completo y el Celta se fue hacia arriba. Al Valencia, afectado por el gol, le costó volver a tomarle el pulso al partido. Poco a poco lo consiguió conforme Parejo y André entraron en contacto con el balón.
La afición del Celta cantaba al unísono el “Nuno vete ya” para darle más colorido a un choque vistoso jugado con intensidad por parte de los dos equipos y con alternativas en las dos porterías. Se jugaba más en campo del Valencia pero el equipo de naranja también llegaba a las inmediaciones del área defendida por Sergio. Y en el minuto 44 Parejo hizo una obra de arte a balón parado. El centrocampista de Coslada dibujó la parábola perfecta con el balón que superó a la barrera y entró por la escuadra. Un disparo con la colocación y la tensión perfecta. Un golazo para poner por delante al Valencia en el marcador.
La segunda parte empezó también con gol. Jonny quiso cederle el balón a su portero pero Alcácer adivinó la jugada, interceptó el pase y se plantó sólo delante de Sergio. El delantero de Torrent tumbó al portero celtiña con un amago y, sin oposición, volvió a enviar el balón al fondo de las mallas. Había que frotarse los ojos.
El partido se quedaba en una situación soñada para el equipo de naranja. Sólo faltaba que el árbitro señalara el final pero todavía quedaban 45 minutos por delante. La buena noticia era que, a diferencia de lo que había sucedido en la primera parte tras el gol valencianista, el Celta no se vino arriba y los visitantes no se echaron atrás. En el 51 Santi Mina entró al campo por Bakkali y el gallego tuvo una buena ocasión nada más salir tras una brillante acción de Paco Alcácer en el centro del campo que se fue de dos marcadores y sirivió el pase al hueco para Mina. Daba la sensación de que el equipo dirigdo por Nuno tenía más que controlada la situación.
Sin embargo, en el minuto 60, el Valencia pasó bastantes apuros en una doble ocasión del Celta. Primero Jaume con ayuda del poste sacó el balón y después Fontás, a un metro de la portería, no fue capaz de dirigir el disparo en la jugada posterior.
Pero era el partido del Valencia que consiguió otro tanto en el minuto 64. Un Alcácer sobresaliente le puso un gran balón a Parejo que entró en el área y resolvió con sutileza ante la salida de Sergio. Era el cuarto disparo de los futbolistas de naranja entre los tres postes y era el cuarto gol. Nuno hizo la segunda sustitución en el minuto 68 y Paco Alcácer dejó su lugar en el campo a Piatti. Con el cambio Santi Mina se reubicó en la posición de delantero centro. Pese a que quedaba tiempo por delante, el Celta, lógicamente, había perdido el ímpetu y las esperanzas de remontar.
El partido ya no tenía mucha más historia pero el Valencia no quería desaprovechar la ocasión favorable para reivindicarse. En el minuto 79 el equipo de Nuno consiguió el quinto gol tras un centro de Parejo que remató Mustafi con acierto. Cinco goles como cinco soles. Después Nuno agotó las sustituciones y dio entrada a Danilo Barbosa por Parejo.
Qué bonito es el fútbol que permite que un equipo desahuciado le pinte la cara a la revelación del campeonato en su propia casa. Qué bonito es el fútbol cuando gana el Valencia.