Lo mejor, un pobre resultado

Hizo méritos el Valencia para salir derrotado de Tarragona ante un rival de Segunda División B. Djukic apostó por su equipo titular para sentenciar la eliminatoria pero se decidirá todo en Mestalla


Estadio desangelado para recibir al Valencia. Parece que el tirón del equipo ché ya no es el que era. Los futbolistas blanquinegros estuvieron a la altura de ese ambiente frío y melancólico. El club, por su parte, debería preocuparse por saber qué aficionados viajaron con el equipo para mandarles una cesta estas navidades.

Djukic concedió prioridad absoluta a la competición copera pese a la diferencia de categoría con el rival. Sólo efectuó un cambio en el once por la baja por sanción de Víctor Ruiz. El portugués Ricardo Costa ocupó su lugar pero el resto de protagonistas eran los mismos que han conseguido enderezar el rumbo de la nave valencianista en los últimos partidos.

El Nástic salió de manera fulgurante. Todavía no habían transcurrido dos minutos y ya había dispuesto de dos saques de esquina. Después, el Valencia pasó a controlar el partido. Un instante esperanzador con presencia continuada de Parejo y Oriol. Sin embargo, el equipo de Tarragona trabajaba bien defensivamente y no daba alternativas a los visitantes en zona de ataque. El equipo catalán se iba estirando y, al cuarto de hora, dispuso de la primera ocasión del partido. Lago Junior cruzó demasiado su disparo. Los jugadores de Segunda B crecían en el encuentro ante la pasividad de los valencianistas. El juego era bastante espeso y sin profundidad. A los 20 minutos Rocha mandó a la cruceta un balón tras magistral saque de falta. Segundo aviso y este bastante serio.  Respondió Bernat en la otra portería con un buen disparo seco que obligó a Tomeu a hacer una gran parada. Pero no acababa de llegar una reacción continuada por parte de los blanquinegros. De hecho, el Nàstic volvió a estar cerca de anotar gol tras una pérdida de Oriol en zona peligrosa. La jugada, algo trabada, terminó con una vaselina de Lago Junior sobre la salida de Diego Alves que hubo de sacar bajo palos Mathieu. El partido, evidentemente, no estaba saliendo como Djukic lo había planeado. Conforme se acercaba el descanso el Valencia empezó a poner el cerco a la portería del Nàstic. Sin practicar buen fútbol, los blanquinegros dispusieron de varias oportunidades. Primero Feghouli se hizo el hueco dentro del área y su disparo ajustado al poste lo sacó Tomeu en última instancia con la yema de los dedos. Después, Barragán estuvo a punto de llegar a un balón que le dejaba sólo frente al portero catalán. Pero el Valencia no conseguía imponer su teórica superioridad. Además, se perdía en protestas y acciones que poco tenían que ver con el juego.

En la segunda parte el equipo de Djukic pareció salir más dispuesto pero pronto se vio que el Nàsitc seguía sin perderle la cara el partido. Pasaban los minutos y el Valencia llegaba a la portería de los tarraconenses por generación espontánea. Al cuarto de hora un gran centro de Guardado fue rematado de cabeza por Jonas con mucho peligro. Pero el Valencia seguía sin demostrar la diferencia de categoría. Oriol y Parejo estaban desaparecidos y había ejemplos de falta de intensidad en algunos balones divididos. Djukic decidió dar entrada a Pabón por Bernat, seguramente, el futbolista que más lo había intentado hasta ese momento. Minutos después, en el 25, fue Parejo el que dejó su lugar a Banega. También hizo cambios Vicente Moreno que sustituyó a dos de los jugadores que más problemas habían creado al Valencia: los costamarfileños Jean Luc y Lago Junior. Conforme se acercaba el final del partido el Nàstic bajó el nivel físico y se empezó a encerrar atrás. Una gran noticia para el Valencia que no había sido capaz de superar la presión anterior del equipo catalán. Pero en la zona de tres cuartos el equipo de Djukic era plano. En el minuto 32 el técnico serbio agotó los cambios dando entrada a Alcácer por Feghouli. Canales ocupó la demarcación del argelino sobre el campo y Alcácer acompañó a Jonas en posiciones ofensivas. La inoperancia del Valencia era tal que volvió a dar vida al Nàstic. Para rematar el desaguisado Jonas fue expulsado por doble amarilla. El encuentro acabó ahí. Con una imagen muy triste. Si hablábamos de ilusión en la previa, este partido, provoca lo contrario  

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