El Valencia consigue la primera victoria en la liguilla de la Champions League y da un paso de gigante de cara a obtener el pase a los octavos de final.
Necesitaba el Valencia un partido así. Un duelo en el que se cumpliera el plan diseñado por el entrenador, en el que los jugadores estuvieran convencidos de sus posibilidades y se sintieran cómodos sobre el campo. La victoria en Lyon tiene una importancia tremenda: en primer lugar, porque el Valencia se queda en una posición de privilegio frente al equipo francés en la clasificación para octavos. Y en segundo lugar y no menos importante, porque el club de Mestalla recupera la jerarquía Champions. No hay nada más satisfactorio para un aficionado que ver a su equipo ganar en la máxima competición europea. El murciélago todavía no da miedo pero ha empezado a desplegar las alas sobre el viejo continente. Hoy la afición del Valencia siente un profundo orgullo.
Parece evidente que la política de precios de las entradas para la Champions del Olympique de Lyon fue mucho más acertada que la del Valencia. El estadio de Gerland presentó un magnífico aspecto y los equipos fueron recibidos con un espectacular mosaico. El Valencia debía vencer, en primera instancia, el factor ambiental. Quizá, ese hecho pesó en los primeros minutos. Nuno habló en la previa de que su equipo no estaba dispuesto a renunciar a la posesión del balón pero, al principio del partido, el equipo local asumió la iniciativa del juego.
El entrenador portugués salió con el once previsto compuesto por Jaume, Cancelo, Mustafi, Abdennour, Orban, Fuego, Enzo, Parejo, Feghhouli, Piatti y Negredo. Le costó al Valencia asentarse en el partido. Sin embargo gozó de la primera ocasión clara gracias a un remate de cabeza de Abdennour tras un saque de esquina lanzado por Cancelo. El balón se fue besando el poste. El Valencia presentaba su ambición y, a raíz de ese acercamiento, ganó en confianza y se quitó de encima la timidez inicial.
Parejo cada vez intervenía más y el equipo estaba seguro defensivamente. En el minuto 16 el equipo de Nuno tuvo otra clara oportunidad cuando Piatti se encontró un balón dentro del área tras un rechace y conectó un disparo seco aunque demasiado centrado. El Valencia se estaba haciendo el dueño del partido. Se cumplía la idea de Nuno de controlar el juego a través de la posesión. Cancelo entraba por la banda derecha con bastante facilidad y los jugadores del centro del campo movían el balón con criterio. Las sensaciones estaban siendo muy buenas.
Sin embargo, el Lyon también presentaba sus credenciales ofensivas y Valbuena lanzó un golpe franco que obligó a Jaume a realizar una gran estirada. El balón, tras golpear en las manoplas del ‘Gato de Almenara’ se estrelló en la cruceta. Pero la ocasión no cambió la dinámica del choque El Valencia seguía madurando bien el partido. Parejo cada vez asumía más protagonismo y tenía la noche.
En el minuto 34 Abdennour, de nuevo tras un saque de esquina, cabeceó al poste. Un remate poderoso que no entró en la portería por muy poco. El Valencia empezaba a merecer mejor suerte. Acto seguido, una combinación entre Feghouli y Cancelo por la derecha, con pases precisos y rápidos, desarboló a la defensa francesa. La acción terminó con un pase hacia atrás del portugués para el argelino que golpeó el balón con potencia al larguero. El equipo estaba empezando a funcionar como un reloj y el único jugador que estaba más desentonado era Negredo que no conseguía darle continuidad a las jugadas.
En el minuto 41, por fin, el Valencia consiguió imponer su superioridad en el marcador. Un saque rápido de una falta pilló descolocada a la zaga francesa. El balón largo lo recibió Piatti en la banda izquierda y el jugador argentino buscó a Feghouli que entraba por el centro. El ‘8’ del Valencia ajustó unos centímetros el punto de mira y su violento disparo, en esta ocasión, golpeó en larguero y se introdujo en la portería. El Valencia veía premiado su despliegue en el estadio de Gerland
Antes de que el árbitro señalara el camino de los vestuarios, en el tiempo añadido, el Lyon tuvo dos situaciones de gol muy claras. En la primera, el balón rebotó en el larguero tras tocar en un defensor y, en la segunda, inexplicablemente, el delantero francés fue incapaz de concretar su disparo entre los tres palos. El Valencia había acumulado muchos méritos para ponerse por delante en el marcador y, tras muchos intentos, lo había conseguido. El Lyon, en dos minutos, estuvo a punto de igualar todo el excelente trabajo realizado por el equipo de Nuno.
El equipo francés salió en avalancha en el segundo periodo. Jaume tuvo que intervenir ante un disparo peligroso de Lacazette. El Lyon atacaba con mucho ímpetu pero, pasados los primeros cinco minutos, el Valencia recuperó la posesión del balón y le dio pausa al juego. Aún así, todo apuntaba a que el equipo de naranja iba a sufrir.
En el minuto 58 se lesionó Abdennour y salió al campo Aderllan Santos. Un contratiempo bastante importante porque el tunecino estaba ofreciendo muy buen rendimiento defensivo y estaba generando problemas cuando se incorporaba en ataque. El partido entraba en una fase clara de dominio francés. El Valencia, eso sí, se defendía bien y Jaume apenas pasaba fatigas.
En el minuto 70 Nuno decidió hacer la segunda sustitución dando entrada a Rodrigo por Negredo, bastante desacertado a lo largo de la noche. El entrenador del Valencia escenificaba su apuesta por buscar el contragolpe. Conforme pasaban los minutos los franceses perdían fuelle y el Valencia cada vez estaba más cómodo defendiendo su ventaja.
A falta de siete minutos para que se cumpliera el tiempo reglamentario Nuno agotó los cambios y salió al campo Danilo por Enzo Pérez. Al Lyon se le apagaban las luces en ataque y daba la sensación de que el Valencia podía sentenciar el partido si conseguía ser un poco más preciso en los contragolpes.
Aún así, el sufrimiento en los minutos finales es innegociable para el Valencia. Jaume volvió a convertirse en el salvador de su equipo e hizo dos paradas consecutivas espectaculares. La primera tras un remate a bocajarro y la segunda sacando un disparo muy ajustado.
Pero el Valencia había realizado un gran trabajo y merecía volverse a casa con los tres puntos como así sucedió. Sobre el campo se había visto a un grupo de jugadores orgullosos y con las ideas claras. En el estadio de Gerland se impuso un equipo de jerarquía Champions.