El equipo de Nuno controla el partido de principio a fin mostrando solvencia defensiva y efectividad y espectáculo en ataque
Hacía tiempo que el Valencia no mostraba tanta suficiencia sobre un terreno de juego y menos a domicilio. Se podrá decir que el Getafe no es uno de los equipos más potentes de la competición pero, precisamente por eso, era tan importante la victoria. Y, más allá de la alegría de los tres puntos está la sensación dejada por el equipo de Nuno: el Valencia va en serio. Ha alcanzado los automatismos defensivos con bastante rapidez. La idea de Nuno de elegir los lugares del campo más provechosos para hacer la presión se puede ver plasmada en el terreno de juego y en el aspecto ofensivo el Valencia es un depredador hambriento con las garras afiladas.
Buen ambiente en las gradas para ser lunes y para ser Getafe. Tres centenares de valencianistas apoyaron al equipo en su visita al Coliseo Alfonso Pérez. Nuno salió con el equipo esperado, es decir, con el once titular que empezó la Liga, su once. También sucedió lo previsto en el bando contrario y finalmente Pedro León no fue convocado ante la amenaza de sanción por parte de la LFP.
Una muestra de que el Valencia va en serio fue su actitud desde que empezó el partido. El equipo salió bien colocado sobre el campo, cediéndole la posesión del balón a los locales pero sin permitir que pasaran más allá de la primera línea de presión. Cuando el Valencia robaba el balón salía rápido a la contra. El equipo estaba ejecutando a la perfección las consignas de su entrenador. De esta manera llegó el primer gol en el minuto 6. André Gomes recuperó el cuero en el medio del campo y se lo cedió a Alcácer que, algo forzado combinó con Rodrigo. Con la defensa azulona descolocada el hispano brasileño devolvió el balón raso a la carrera del delantero de Torrent pero con demasiada potencia. El central del Getafe se aproximaba con ventaja pero Alcácer se lanzó al suelo para, a priori, barrer el balón, sin embargo, el 9 valencianista sacó un disparo ajustado al poste contrario sorprendiendo a Guaita. Golazo en cuatro toques y el partido se ponía de cara. El Valencia hacía gala de su verticalidad. El tanto dejó grogui al Getafe que se veía incapaz de llegar al área defendida por Diego Alves. Sólo un disparo de Lafita desde lejos inquietó al portero brasileño. El Valencia seguía sólido en defensa y tenía veneno por las bandas. Lo intentaban, principalmente, Rodrigo por la derecha y Gayà por la izquierda. El equipo de Nuno seguía haciendo su partido y en el minuto 19 puso tierra de por medio en el marcador. Rodrigo se inventó un control pegado a la banda y envió el balón a la frontal del área para André Gomes. El centrocampista portugués combinó en pared con Alcácer que estaba anclado dentro del área y, a la vuelta, el esférico le quedó en una posición óptima sólo contra Guaita. El ex del Benfica ajustó el balón e hizo el 0-2. Sólo habían pasado 20 minutos y el Valencia prácticamente había sentenciado el duelo. De nuevo Lafita desde fuera del área obligó a Diego Alves a realizar una buena intervención. No había otra forma de llegar. El equipo azulón tenía muchísimos problemas para superar la segunda línea de presión formada por Parejo, André Gomes y Javi Fuego pero las pocas veces que lo hacía aparecían Vezo y Otamendi infranqueables. Cuando el Valencia tenía el balón lo movía con rapidez, calidad y sentido. Los jugadores se estaban empezando a divertir. El único pero llegó en el minuto 43 cuando Rodrigo pudo ser expulsado de manera innecesaria. Con una tarjeta amarilla el delantero del Valencia desplazó el balón con potencia cuando ya había salido. La primera parte del equipo de Nuno, igualmente, había sido para enmarcar: intensos, con las ideas claras y efectivos.
En el segundo periodo no cambió el panorama en absoluto. Sí que es cierto que, conforme pasaban los minutos, el partido iba perdiendo ritmo. El Valencia se mostraba menos ambicioso en ataque aunque seguía concentrado en defensa sin hacer ningún tipo de concesión. El partido entró en una dinámica algo más aburrida. El Getafe se mostraba impotente y el Valencia parecía no querer hacer más sangre. Nuno decidió dar entrada a Feghouli por Alcácer en el minuto 65. Poco después el central azulón Naldo, derribaba a Feghouli sin querer pero haciéndole un claro penalti. El árbitro lo señaló y Rodrigo convirtió la pena máxima. Precisamente Rodrigo fue también protagonista, en este caso negativo, de la jugada siguiente cuando fue expulsado por el colegiado por doble amarilla. El hispano brasileño llegó tarde a un balón y el árbitro le mandó a la caseta. El Valencia se quedaba con diez pero el partido ya estaba sentenciado. La expulsión, además, no varió la tendencia del encuentro. Sirvió, si acaso, para que el Valencia adquiriera más conciencia de que debía aguantar el balón. Probablemente los porcentajes de posesión del equipo de Nuno subieron jugando con 10. El técnico portugués siguió moviendo el banquillo y Parejo dejo su lugar a Filipe Augusto. Poco después entró Orban por Piatti y Gayà pasó a jugar de extremo izquierdo. El partido no tenía más historia más allá de que André Gomes mostrara su habilidad para deshacerse de contrarios. El árbitro señaló el final del partido y el Valencia sigue sumando de tres en tres: tres puntos y tres goles.
La conclusión más importante del encuentro de hoy es el hecho de comprobar cómo el equipo plasma en el campo a la perfección el partido diseñado por su entrenador. El Valencia hizo en cada momento lo que más le convenía. Cuando tuvo que esperar, espero, cuando tuvo que presionar, presionó, cuando tuvo que salir rápido, salió y cuando quiso hacer circular el balón, combinó con precisión. En definitiva, el Valencia va en serio.