Juego limpio, caballeros

Cuando parecía que se había llegado a un acuerdo, el proceso de venta del club se vuelve a enfangar.


Se había enfriado la situación social del Valencia con el acuerdo adoptado por los agentes implicados con la creación de una gestora que condujera el proceso de venta del club. Además, los fichajes habían ayudado a eclipsar el tema. Las últimas informaciones hablan de que el consenso está roto y de que el acuerdo ha saltado por los aires. Además, ya no hay contrataciones de jugadores de las que hablar por lo que se avecinan días en los que el futuro accionarial del club volverá a ocupar toda la actualidad.

Tras el artículo publicado en Diario de Mestalla por nuestro colaborador JL Desmemoriats 'Bankia ens roba' cualquier análisis simplista o maniqueo de la situación está de más. También apunta Desmemoriats en otros foros la inconveniencia de que se sigan filtrando documentos confidenciales, algo que suscribimos por pura lógica.

El documento objeto de la última filtración expone los criterios de valoración que han elaborado club y Fundación para elegir al comprador. De todas maneras, según el medio que se consulte existen unos epígrafes u otros. De este modo, cualquier juicio ha de ser adoptado con reservas. Concretamente, Las Provincias sostiene que Bankia rechaza el documento por el punto referido al derecho de tanteo.  Según este criterio la Fundación y el Valencia exigen el derecho de que su candidato pueda igualar la mejor oferta que Bankia haya obtenido por sus créditos. Si esto es cierto la verdad es que chirría un poco. Se supone que se hace para que exista una garantía de que la opción elegida sea la mejor en el plano deportivo y social y no sólo en lo que respecta a los créditos de Bankia. Pero en realidad, esa garantía ya se exige en los demás puntos del documento con bastante detalle.

Sin querer, de momento, entrar demasiado en el fondo del asunto entre otras cosas porque a nosotros no nos ha llegado ningún papel, pedimos que se haga un esfuerzo mayor por buscar una salida positiva por parte de todas las partes implicadas. El consenso sólo se puede obtener si todos ceden un poco. Lo que se desprende es que cada una de las partes ya tiene a su candidato elegido cuando todavía no se ha terminado el plazo de las ofertas. Todos los agentes implicados deberían cerrar los ojos, borrar sus preferencias y abrirlos el 24 de febrero. No debe ser tan difícil, con todas las ofertas sobre la mesa discernir sin prejuicios cuál reúne más argumentos para satisfacer a todas las partes. Y si no es tan fácil, cuando llegue ese día, que se exponga por qué no se llega a un acuerdo. Hasta ese momento, juego limpio, caballeros.

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