Ocho meses en una semana

Poca gente cree a estas alturas que la operación pueda tumbarse después de que Peter Lim haya dado tantos pasos en dirección a la compra.


Pasaban pocos minutos sobre las tres de la tarde cuando uno de los numerosos mensajes por Whatsapp enviados en los minutos previos -el periodismo evoluciona al tiempo que la tecnología- recibía respuesta. "Lim OK". Fue cuestión de segundos porque prácticamente todos los periodistas apostados a las puertas de Mestalla recibieron los mensajes al unísono, a medida que los presentes en la reunión recuperaban sus teléfonos móviles tras someter la decisión a votación. 17-2 a favor del magnate. Poco más que añadir.

La estampa en la puerta del palco de autoridades fue algo digno de presenciar. Una cincuentena de aficionados montaban guardia en la acera, ataviados con cascos y teléfonos, sus cuentas de Twitter echando humo -¿qué decíamos de la tecnología?- a la espera de noticias. Pronto conocieron el desenlace. Y la reacción no pudo ser más eufórica: gritos, abrazos, lágrimas derramadas y cánticos de apoyo al Valencia y a Amadeo Salvo.

Este jueves se cumple exactamente una semana de aquello. Una semana desde que el Patronato de la Fundación Valencia CF ratificase, por diecisiete votos a favor y dos en contra, a la oferta de la empresa Meriton Holdings como la mejor para la compra del paquete accionarial mayoritario del club.

Una semana… y más o menos la situación global sigue en el mismo punto. Gracias a Dios, el fútbol y el resto de asuntos de actualidad han acudido al rescate del sufrido seguidor valencianista.

EL FÚTBOL CONTRA LO SOCIAL

La impecable exposición de Aurelio Martínez -el gran vencedor moral del proceso- dejó vista para sentencia la venta del club a Peter Lim a expensas de las dos condiciones que los patronos han empleado como asterisco en su decisión: el acuerdo entre Meriton y Bankia; y la solución beneficiosa para todas las partes del espinoso tema Porxinos. Los patronos han podido marcharse de vacaciones en agosto, tal y como estaba previsto, dejando la pelota en el tejado de Bankia y la empresa de Lim, condenados a entenderse en los próximos días.

Los patronos, al igual que los aficionados, habrán podido disfrutar en la última semana de las buenas actuaciones del Valencia de Nuno Espírito Santo, un equipo en constante mejoría y cuyo rodaje tiene como punto óptimo el próximo 23 de agosto, cuando se bata en duelo ante el Sevilla de Emery en el Pizjuán. Los compromisos en horario de 'sesión golfa' en Sudamérica y, especialmente, el triunfo en la Emirates Cup han supuesto un refuerzo positivo a la labor de los técnicos y jugadores, aunque quedan muchos detalles todavía por pulir.

El fútbol está sirviendo de improvisado apósito para calmar la irritación de una masa social que, al fin, puede disfrutar de su equipo sin pensar en elementos externos. El repunte de abonados visto desde el pasado lunes confirma la tendencia positiva, que debe consolidarse y potenciarse a medida que vayan llegando refuerzos a la escuadra del técnico luso. Jugadores que pueden ser de perfil medio o bien, con el dinero adecuado sobre la mesa, auténticas 'bombas' de mercado.

Unas 'bombas' que dependen, en gran medida, de que Peter Lim compre definitivamente en las próximas fechas.

FECHAS CON TRAMPA

El acuerdo alcanzado por los patronos el pasado 31 de julio tiene una vigencia de 90 días. Tres meses. Hasta el próximo 31 de octubre, la postura oficial de la Fundación VCF será que Peter Lim ha puesto sobre el tapete la mejor oferta para la compra del club. Desde hoy hasta ese día, dos patronos -los vicepresidentes Salvador Belda y Jose Luis Zaragosí- tienen a mano en el bolsillo el bolígrafo con el que firmar en una notaría el -condicionado, recordemos- contrato de compraventa accionarial a favor de Meriton Holdings.

Sin embargo, mucho antes de esa fecha expira el plazo del único documento oficial rubricado a día de hoy entre Bankia y la empresa de Lim: la 'term-sheet' firmada el 6 de junio de 2014 y con vigencia hasta el 15 de agosto en la que se establecía el marco para la negociación por los créditos que el banco tiene con el club para su refinanciación, con Lim como garante de la operación. En términos coloquiales, la madre del cordero.

La Fundación ya ha opinado con hechos, ratificando la venta a Lim. El club, por boca de su presidente, ha reiterado en numerosas ocasiones que el culpable de que el proceso se esté dilatando es el banco. Y, a fecha de hoy, Bankia sostiene que la negociación sigue viento en popa con los abogados y asesores de Meriton en Madrid. Esa es su postura, y no abunda en detalles acogiéndose a una confidencialidad que viene reflejada en dicho documento.

Doce folios que, por cierto, no dan por rota la negociación entre Bankia y Meriton si a las doce de la noche del 15 de agosto no han alcanzado un acuerdo: simplemente, Meriton dejaría de tener exclusividad en las conversaciones con el banco. El acuerdo podría cerrarse en fechas posteriores perfectamente. Desde luego, poca gente cree a estas alturas que la operación pueda tumbarse después de que el magnate haya dado tantos pasos en dirección a la compra.

En definitiva, una semana resume con minimalismo típicamente estival la montaña rusa de emociones que han deparado estos ocho meses de proceso de venta: euforia máxima el pasado jueves, calma chicha los días restantes salpimentada por fútbol y fichajes, que es lo que ilusiona al respetable. Abonos en aumento, ilusión por que arranque la temporada y ganas de dejar atrás los líos societarios. El aficionado valencianista ha hecho un 'master' gratuito en asuntos legales, judiciales, societarios y empresariales. Todo, para seguir esperando. Esperando a Bankia. Esperando a Lim. Esperando al fin el desenlace de la novela más larga de nuestras vidas.

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