El lateral izquierdo de la Pobla de Vallbona debuta con el primer equipo en partido oficial en el Ernst Happel de Viena
Un estadio imponente de la vieja Europa ha sido el escenario donde se ha producido el debut de Antonio Latorre Grueso como jugador del primer equipo del Valencia CF. Un hecho que parecía inevitable dada la proyección del futbolista de 18 años de la Pobla de Vallbona. Sólo había que saber cuándo y dónde y la duda ya está despejada.
No ha sido fácil porque la temporada pasada, una microrrotura en los isquiotibiales se acabó complicando y cortó su progresión. El juvenil A disputaba la Copa del Rey y Lato anticipó su regreso en las semifinales contra el Madrid, esta vez, la microrrotura se convirtió en rotura. Esta campaña empezó lesionado y no pudo tomarle el pulso al Mestalla hasta hace dos meses. En el Valencia querían tener paciencia dados los precedentes.
El año pasado en el juvenil A siguió demostrando que es una garantía defensiva y que tiene una capacidad ofensiva determinante. Esta temporada en Segunda B, por las necesidades de la competición, espacia más las incorporaciones al ataque aunque el porcentaje de peligro que crea es muy alto. Defensivamente, más exigido, sigue dando una respuesta magnífica. Con él sobre el campo el filial ha ganado todos los partidos disputados, siete en total.
En la temporada 14/15 Lato tuvo un ascenso meteórico. El año pasado cumpló con éxito su paso por el juvenil A. Esta campaña se ha asentado en el Mestalla y, en Viena, el joven lateral izquierdo dio un paso más en su evolución natural. El primer paso, seguramente, de muchos.
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