El Valencia es incapaz de ganar al Lyon en el último partido de la liguilla de Champions y acaba su andadura por la máxima competición europea habiendo sumado 6 puntos 18 posibles.
No hubo milagro en la última jornada de la Champions League. El Valencia debía ganar y esperar que el Gante no lo hiciera en Bélgica contra el Zenit. No se dio ninguna de las dos circunstancias. Un rayo de esperanza atravesó el coliseo valencianista cuando llegó la noticia de que el Zenit había empatado el partido en Bélgica. Pero se quedó en eso. Para entonces el Valencia ya iba perdiendo contra el Lyon y se mostraba impotente. El equipo blanquinegro se despide de lamáxima competición europea habiendo fracasado sin paliativos en un grupo asequible.
Frío recibimiento a los equipos porque Mestalla tardó en presentar un buen aspecto como es habitual en Champions. Pasado un cuarto de hora la entrada mejoró pero no fue, ni mucho menos, el ambiente de las grandes ocasiones.
Tal y como estaba previsto, en su primer partido como entrenador, Gary Neville le dio continuidad al once que empató contra el FC Barcelona con las novedades de Cancelo por Vezo y de Mustafi por Aderllan. También repitió la disposición táctica con Parejo de mediocentro defensivo.
En este sentido quizá, en primera instancia, lo que más llamó la atención fue la defensa adelantada del Valencia. El partido se desarrollaba en muy pocos metros porque también el equipo francés trataba de reducir los espacios.
En el minuto 7 el Valencia tuvo la primera ocasión del partido y rozó el gol. Mustafi cabeceó un saque de esquina y Anthony Lopes hizo la estatua. Lamentablemente el balón se estrelló en la madera. Acto seguido se repitió la acción pero, en esta ocasión, el defensa teutón envió su potente testarazo al fondo de las redes. Mestalla celebró el gol pero el árbitro lo anuló por falta discutible de Abdennour.
El partido que había estado dormido despertaba de forma salvaje y en el área contraria Jaume desviaba un mano a mano ante Gonalons. Unos minutos de locura que sirvieron para que la afición se metiera definitivamente en el encuentro. Cancelo contribuyó a ello con sus arrancadas desde el lateral derecho siempre profundo y vertical. Parecía que el equipo blanquinegro se hacía defenitivamente con el control del juego.
En el minuto 19 en Bélgica marcaba Depoitre para el Gante y las opciones del Valencia se reducían. Fue un jarro de agua fría para Mestalla. Sobre el terreno de juego llegaban más malas noticias con la lesión de Enzo Pérez. Salió en su lugar Javi Fuego y Parejo abandonó la posición de mediocentro defensivo. Mestalla parecía un cementerio porque la Curva Nord no cantaba y el estado de ánimo se trasladó al campo. El Lyon lo aprovechó para a probar a Jaume que volvió a tener una respuesta de altura.
A la media hora de juego Paco Alcácer pudo hacer el primer gol de la noche con un cabezazo tras un centro de Gayà pero Lopes lo evitó con una gran estirada. El Valencia parecía que volvía a tomarle el pulso al partido tras unos minutos de ausencia. El equipo de Neville conseguía combinar con cierta fluidez gracias al dinamismo de De Paul.
Sin embargo, en el minuto 37, el Olympique de Lyon que ya había avisado se adelantó en el marcador con un gran gol de Cornet. Más difícil todavía para el equipo blanquinegro. Mestalla trató de infundirle ánimos a su equipo pero de forma poco coordinada.
El Valencia, poco a poco, volvió a encerrar al Olympique en su campo pero no conseguía llegar con peligro a la portería del Lyon. El árbitro señaló el descanso y las expectativas en Mestalla estaban por los suelos.
La segunda parte empezó con el Valencia más decidido a buscar el gol del empate. Pero el Lyon se estaba gustando en el campo cuando tenía el balón. El equipo francés sin presión mostraba sus condiciones técnicas y estaba haciendo su mejor partido en esta Champions.
Gary Neville le dio un enfoque más ofensivo a su equipo en el minuto 52 dando entrada a Negredo por Danilo. El delantero madrileño se llevó la ovación de la noche cuando saltó al terreno de juego. El Valencia volvió a tomar impulso. Un disparo de Cancelo desató las hostilidades y Mestalla cantó el 'a por ellos'. El equipo de Neville tenía actitud y atacaba con criterio pero no acababa de generar ocasiones
En el minuto 65 llegó la primera alegría de la noche desde Bélgica. El Zenit empataba el partido y Mestalla entraba en ebullición. Ya no había excusas. Sin embargo, era el Lyon el que atacaba con más peligro. Cada contragolpe era una oportunidad de gol para los franceses y sólo Jaume mantenía la esperanza. El tiempo, como suele suceder en estas ocasiones, pasaba muy deprisa.
Se entraba en el último cuarto de hora de partido y Cancelo ponía en apuros a Anthony Lopes. Después Parejo también estuvo cerca de conseguir el empate. Pero el Lyon, al contraglpe, sentenció el duelo en el minuto 76. Lacazzete no perdonó esta vez e hizo el segundo tanto para su equipo. Se había terminado el partido y se había terminado la Champions. De la peor manera posible. El gol del Gante en Bélgica fue, desgraciadamente, un pequeño y triste consuelo.