Toca sufrir y mucho

El Mestalla cae derrotado en la Ciudad Deportiva del Levante en un partido en el que, más allá de los errores arbitrales, el filial valencianista mostró sus carencias. Los blanquinegros dan vida al Levante en la clasificación y se mantienen en el puesto de promoción a Tercera.


Fue un partido determinado por la actuación arbitral, no cabe duda.  Este hecho inapelable, sin embargo, no sirve para justificar la derrota sufrida por el Mestalla en Bunyol frente al Levante. El filial valencianista no supo aprovechar la superioridad numérica y no tuvo capacidad de reacción cuando las fuerzas se igualaron.

El estadio con capacidad para 3.000 personas se quedó pequeño para ver el derbi de filiales. La peña valencianista Los Rusos hizo acto de presencia. Su presidente, Vladimir, hacía una reflexión interesante: por 10 euros que valía la entrada se puede ver un partido en la Bundesliga. Así va el fútbol español. Nico Estévez dio entrada en el lateral derecho a Leuko por la baja de Mario Marín. En el mediocentro Mario Arqués acompañó a Zahibo en sustitución de Portu. Más arriba Manu Molina jugó por detrás de Hiroshi y las bandas quedaron para Álex Cortell y Rober. Los minutos iniciales fueron de tanteo, con los dos equipos estudiándose y sin arriesgar demasiado. Alguna arrancada de Rober y dos disparos de Chumbi desde fuera del área empezaban a decantar la balanza del lado valencianista. Entonces, en el minuto 20, el Mestalla tuvo el partido en sus manos. Jasón, extremo izquierdo del Levante, fue expulsado por doble amarilla de forma rigurosa por simular una falta. El filial valencianista, con superioridad numérica sobre el campo, permitió que el Levante llevara la iniciativa y se hiciera con el control del partido. Los remordimientos del árbitro hicieron el resto. A la media hora de juego, el colegiado pitó penalti y expulsó a Jaume sin que el portero del Mestalla tocara si quiera al delantero granota. Se marchaba del campo Zahibo y debutaba con el filial Álex Sánchez fichado en el mercado de invierno para sustituir a Yeray. La papeleta no era sencilla para el guardameta barcelonés. Pero Álex consiguió desviar la pena máxima y enviar el balón al travesaño. Se había perdido la ventaja numérica pero se había salvado la inmejorable ocasión levantinista. El banquillo seguía celebrando la parada cuando, a saque de córner, el Levante se puso por delante en el marcador. El tiovivo de emociones andaba a una velocidad de vértigo. Era un partido intenso que requería de fortaleza mental pero el filial valencianista acusó el golpe. Más, cuando cinco minutos después, en el 37, el lateral izquierdo del Levante Mossa realizó un envío que recorrió todo el campo. Higón le ganó la partida a Ayala que se confió en exceso, encaró a Álex y puso el 2-0 en el marcador. La tragedia se había consumado. Antes del descanso lo volvió a intentar Rober pero Leandro desvió su disparo.

Quedaba toda la segunda parte para darle la vuelta al marcador, o por lo menos, recortar distancias. El Mestalla salió algo mejor al campo. Leuko creaba peligro con sus incorporaciones por la derecha pero sus centros iban desviados o no encontraban rematador. Poco a poc,o los blanquinegros iban encerrando al Levante. Nico Estévez decidió mover el banquillo en el 63: Álex Cortell dejó su puesto a Hiroshi y Gayá a Nacho Vidal. El cambio de Gayá y su rendimiento evidenciaron que no se encuentra físicamente bien. También, puso de relieve las apreturas de plantilla que vive el Mestalla. Nacho Vidal es un lateral derecho del juvenil A que tuvo que jugar de central y Salva Ruiz pasó al lateral izquierdo. Los valencianistas lo seguían intentando pero eran muy planos en su juego. Manu Molina enviaba balones al corazón del área desde la zona de tres cuartos y el Levante los defendía con facilidad. Hubo uno de estos envíos que consiguió su objetivo pero Chumbi no estuvo acertado de cara a portería. Faltaban ideas y, tal vez, determinación. Los minutos pasaban y el partido se consumía. Lo intentaba Salva Ruiz por la izquierda, lo intentaba Rober queriéndose poner el equipo a sus espaldas pero no había manera de generar peligro pese al dominio territorial. La tuvo Mario Arqués pero su remate no encontró portería y, en el 86, Manu Molina lanzó una falta de forma magistral que obligó a Leandro a realizar una gran parada. Pero ya quedaba poco por hacer. El momento del Mestalla había pasado entre el minuto 20 y el 30 de partido cuando eran uno más y el Levante tomó la iniciativa.      

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