Noche de épica

El Valencia debe remontar un resultado adverso de 2-0 frente al Sevilla si quiere estar el próximo 14 de mayo en la Final de la Europa League en Turín.


Ya dijo Pizzi en la ida que era "el partido más importante de nuestras vidas". Así pues se debe hacer extensivo, con más razón, al encuentro que se disputará esta noche en Mestalla. Ante la mirada y los gritos de 45.000 seguidores blanquinegros y 5.000 hispalenses, Valencia y Sevilla dirimen qué equipo estará en Turín dentro de dos semanas para jugar una Final europea. En principio, el equipo andaluz parte esta noche con una clara ventaja. El 2-0 del partido de ida deja una difícil misión al Valencia que se encomienda a la magia de Mestalla para pasar la eliminatoria.

No será fácil, en primer lugar, por el resultado que hay que remontar. Aunque Pizzi diga en rueda de prensa que si el Sevilla marca un gol en Mestalla "habrá que estar preparados para hacer cuatro y si nos meten dos goles tendremos que estar preparados para meter cinco", lo cierto es que un gol sevillista muy probablemente desactivaría todo el fervor y el convencimiento por conseguir la hazaña. De esta manera nos encontramos con el debate que se ha impuesto estos días en el entorno valencianista: arriesgar o no arriesgar. Exponerse demasiado ofensivamente conlleva el peligro del gol en contra. Sin embargo, contemporizar tampoco garantiza que no te vayan a marcar y te puedes quedar sin tiempo si llegas con empate a cero a falta de 20 minutos para el final. Por eso, Pizzi expuso en rueda de prensa que aspira a complementar ambas posibilidades "debemos utilizar toda la energía que produce la situación que vamos a vivir mañana, con la gente y la necesidad de revertir el resultado en contra pero, a la vez, eso no puede privarnos de ser inteligentes y saber jugar el partido". De todas maneras Pizzi insistió en que la clave, más que en los planteamientos iniciales, estará en la capacidad que tenga el equipo de gestionar las situaciones del partido. En segundo lugar no será fácil porque el Sevilla demostró ser un gran equipo, ya no a lo largo de los últimos meses, que también, sino en el partido de ida. Tiene un director de orquesta, Rakitic, que está en el mejor momento de su carrera. Ha ganado en presencia durante los partidos y el guante de seda que tiene en su pie izquierdo hace el resto. Además, tiene futbolistas ofensivos capaces de resolver partidos en cualquier momento como son Bacca o Reyes. El equipo hispalense, además, lleva en su ADN el gen competitivo y son maestros en manejar los partidos cuando el balón no está en juego. Son listos dentro del campo tratando de influir en el árbitro y sacar de quicio a los rivales. Precisamente, una acción de este tipo, privará al Valencia de contar con su gran goleador, Paco Alcácer, que fue sancionado tras una acción antideportiva de Beto. Así pues, el reto al que se enfrenta el Valencia será muy, muy complicado.

Pero no imposible. El Valencia ya demostró en la ida que el Sevilla es un equipo vulnerable en defensa. En un impulso final consiguió crear dos ocasiones clarísimas de gol. Además, consiguió imponer su propuesta futbolística hasta que el colegiado concedió el gol ilegal al equipo de Emery a la media hora de juego. El factor imprevisible del fútbol también juega a favor de la remontada. En el momento en el que el balón empiece a rodar todo puede pasar. Mestalla busca héroes y algún jugador puede tener la mejor noche de su carrera, o todo el equipo. Puede que el Sevilla desfallezca, le pueda la presión. Puede que un gol a favor en los primeros 20 minutos valga en el ánimo de unos y otros como cinco goles. Puede que nada más comenzar la segunda parte haya un penalti y una expulsión… En definitiva, puede pasar cualquier cosa. Y sobre todo, no es imposible porque el partido se juega en Mestalla. Sólo los valencianistas saben que cuando el estadio entra en ebullición todo es posible. El estado de exaltación y de éxtasis que se puede dar en el viejo coliseo es un arma capaz de desarbolar a cualquier rival e insuflar fuerzas y energías a los jugadores locales.

El Valencia está a un paso de jugar otra final europea. Otra, en su extenso y glorioso relato histórico. Es una noche para la épica, una noche de éxito imperecedero. A las 21.05 en Mestalla, se vivirá una noche para la REMONTADA.

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