Orban: «No jugué en un equipo hasta los 19 años»

Dice Lucas Orban (Buenos Aires, 1989) que no se siente identificado con la imagen de ‘futbolista diferente’ que trasciende cuando se busca información sobre él. Lo cierto es que, cuanto menos, sus inicios fueron atípicos. Además, es apreciado por ser un jugador con una doble dimensión. En primer lugar, en el apartado futbolístico, se trata de un defensor muy competente. Es un zaguero sobrio, que mantiene siempre la concentración y que es especialista en el uno contra uno. Además tiene una estimable capacidad técnica para jugar el balón o, cuando actúa por banda, poner centros peligrosos en el área. Ser defensa y que tu sobrenombre sea ‘La Muralla’ es como ser delantero y que tu apodo sea ‘El Goleador’. En el caso de Orban, por cierto, está bien traído. En segundo lugar, en el apartado humano, el argentino es un futbolista ideal para generar un ambiente sano en el vestuario. Su madurez y su capacidad de entendimiento le convierten en un profesional que prioriza lo colectivo a lo individual por convicción. Una persona de principios que siempre trata de sumar y que hace mejor al grupo. Así pues, con Lucas Orban, la secretaría técnica acertó doblemente el verano pasado.


– Si se buscan referencias sobre usted siempre se habla de un futbolista diferente ¿Por qué cree que tiene esa fama? ¿Se siente identificado con esa descripción?

No, en realidad, no. No me siento identificado. Siempre, como premisa, lo que uno trata es de cumplir con su trabajo y su labor y estar a disposición en el lugar en el que a uno le toca estar. Todos somos diferentes de por sí. No existe ninguna persona igual a otra. Somos seres únicos y eso es lo mejor. Que cada uno trate de encontrar y de explotar lo que más le gusta.

– El otro día en rueda de prensa le preguntaron si, egoístamente, le venía mejor que el equipo jugara con tres centrales y usted dijo que no podía pensar de forma egoísta. Tal vez eso sí le diferencie de muchos futbolistas…

 Yo tengo una forma de ser y por ahí nunca me traicionaría. Uno siempre forma parte del lugar en el que está y debe dar lo mejor. Cuando me preguntaron, en ése momento recuerdo que pedí disculpas por no poder contestar de forma egoísta porque no me sale hacerlo así. Soy una persona que siempre piensa antes en los demás y entiendo que éste es un deporte de equipo en el que cada uno, para que este funcione, desde su pequeño lugar, debe dar lo máximo. Creo que dar el máximo es dejar ese ego de lado y, en el momento que toca jugar con tres, o con cuatro, o estar dentro o fuera, hay que tratar de hacer lo mejor para el equipo porque tenemos un objetivo común.

– Sí que es cierto que a principio de temporada había un once definido y el equipo iba muy bien. No sé si eso generó algo de ansiedad entre los que no jugaban

En una primera etapa los resultados se estaban dando. Empezamos muy bien sin ningún traspiés ni lesionados. Eran semanas largas y el equipo estaba dando sus frutos. En casa estábamos jugando muy bien y fuera también ganábamos y no había lugar para modificar mucho. Cuando uno sabe que hay algo que está dando resultado no me parece mal que se siga haciendo hincapié en lo mismo. Siempre hay cosas que mejorar pero no me parece mal repetir eso. Después sí vinieron lesionados y el torneo se hizo más extenso con partidos entre semana. Creo que en su momento se hizo todo más dinámico y pudimos mostrar la maleabilidad que tenemos. Pudimos jugar con 5, con 3 ó con 4 y cambiar el esquema que muchas veces nos ha dado resultado. Por ahí esa brecha era un poquito más difusa de lo que era antes. Pero siempre pasa eso, más cuando los ciclos son largos y no tienes más de una o dos competiciones.

¿Dónde se siente más a gusto? ¿De central izquierdo en defensa de tres, de central izquierdo en defensa con dos centrales o de lateral izquierdo?

No tengo preferencia. Puede que suene mal pero, personalmente, en el lugar en el que me toque estar voy a dar el máximo. En última instancia el que decide es el técnico y yo estoy para lo que me toque. Si tengo que estar fuera también lo haré de la mejor manera. Como siempre lo hice y es mi premisa desde que he llegado acá. 

– Pero es diferente jugar en una posición u otra. De central izquierdo en defensa de tres o de cuatro no varía tanto pero el lateral izquierdo es una posición específica…

Sí , en su momento, cuando he empezado jugué mucho de lateral. La realidad también es que, a mí lo que me pasa es que en el lugar en el que mejor me siento es donde mejor le puedo hacer al equipo. Al fin y al cabo termina dependiendo de no ser egoísta. Yo trato de ayudar desde donde me toque. Es diferente de lateral o en línea de tres pero dependerá también del planteo táctico del equipo, no sólo de la posición dónde a mí me toque estar.

– ¿Cómo fueron sus inicios en el fútbol?

Empecé a jugar con 19 años, 18 ó 19. Terminé mis estudios, empecé la facultad y a jugar en River, en Argentina. Se presentó la oportunidad de empezar. Jugué cuatro o tres partidos en lo que aquí sería el Mestalla, en la reserva, y después me tocó debutar en Primera de lateral izquierdo.

– ¿Antes de esa edad no estaba enrolado en ningún equipo? Eso es atípico

Es cierto, no hay muchos casos. Normalmente los chicos empiezan a jugar a los siete años en un equipo. Pero bueno se dio de esa manera… En un primer momento me costó un poco más físicamente. Por una cuestión de no tener la rutina de entrenamientos. Era una cosa novedosa para mí. Hasta los 18 ó los 19 jugaba al fútbol sólo los fines de semana. Durante la semana estudiaba. Se hizo diferente. Pero con sacrificio y mucha constancia pude adaptarme más rápido a lo que todos tenían como una rutina.

– ¿Con qué se queda de su experiencia francesa?

Con todo. Todo fue positivo. Es un fútbol competitivo, más físico que el español. Técnicamente el nivel es bueno, hay jugadores importantes. A nivel futbolístico el club donde me tocó estar, el Burdeos, es un club grande aunque en ese momento el PSG y el Mónaco estaban a tope. Y después en lo personal todo es una experiencia nueva que me enriqueció muchísimo como persona.

Se ha hablado mucho del partido contra el Madrid y de cómo freno usted a Bale pero el año pasado ya se enfrentaba a grandes rivales como Lucas Moura ¿Qué futbolista le ha dado más problemas?

Sí, con Lucas Moura ya coincidí en la Copa Sudamericana. Lo que pasa es que todo es muy relativo. Son todos excelentes jugadores y no hace falta que yo lo diga. Uno hace hasta lo imposible para que el jugador no se sienta cómodo en la cancha y tratar de robar el mayor número de pelotas. Por suerte, cuando se jugó contra el Real Madrid lo pudimos hacer y también una de las pelotas que robé terminó en gol de Antonio (Barragán) pero es como todo. A veces la labor del defensor es más ingrata en el sentido de que de diez balones robaste nueve, te pasó una, y ésa termina en gol. Pero es nuestro trabajo y lo tratamos de hacer siempre de la mejor manera.

– ¿En su llegada a Valencia pesó el poder de seducción de Ayala?

No sé si el poder de seducción de Ayala. Ya de por sí, por una cuestión lógica que es la idea y el anhelo que uno tiene de crecer en un lugar. Y más que nada lo que pesó mucho fue la propuesta de lo que el Ratón me transmitió: el tipo de club que era, el tipo de gente, de ambición, de hambre, de crecer, de ganas de conseguir cosas, de saber que cada vez que se juega en Mestalla va a ser un infierno y todas esas cosas a uno, que se siente tan identificado con ese espíritu, me convencieron muy pronto.

– ¿Se están cumpliendo sus expectativas?

Mis expectativas están ya cumplidas y sobrepasadas en todos los sentidos. Pero uno entiende que lo más importante es concentrarse en el día a día para devolver todo lo que le han dado.

– El equipo está haciendo una buena campaña en general pero hay un punto negro que es la Copa del Rey. Desde fuera da la sensación que quizá la Copa no estaba en el mismo peldaño que el objetivo de la Champions

Mi opinión personal, y no quiero herir susceptibilidades de nadie, es que no creo que estuviera en otro peldaño. Sí que es cierto que el objetivo a largo plazo era ése. Nos encontramos también en un momento en la Copa del Rey donde hubo muchos partidos, lesiones, recambios… Contra el Rayo sacamos un gran resultado allá pero en casa nos costó porque tuvimos que levantar un partido complicado. También hay que darle mérito al Espanyol porque los rivales también juegan e hicieron muy buen partido. A todos nos queda esa espina y esa rabia pero debemos pensar qué es lo que ha pasado. Tampoco podemos desviarnos y sí que sirva para aprender porque hay que seguir.

Quizá el entorno infravaloró un poco al Espanyol que ya está en semifinales…

Nosotros no lo infravaloramos porque nosotros jugamos cada partido como una final. Esa es la parte que no se puede poner en tela de juicio.

– Ha salido una estadística recientemente en el periódico Levante que dice que si en la Liga sólo contaran los enfrentamientos directos entre los siete primeros equipos el Valencia iría líder. Ante los equipos grandes consiguen muy buenos resultados pero no tanto contra rivales a priori más débiles ¿A qué lo achaca usted?

Después de varios parones hemos ido ir a jugar a A Coruña y después tuvimos una serie de partidos  seguidos con la Copa del Rey. No creo que la motivación sea diferente. No creo que el problema sea que la concentración baje. Los demás equipos tienen sus virtudes. Por ahí existen planteamientos que funcionan con unos equipos y con otros no. Esto es fútbol y no hay ninguna estadística que te garantice un resultado exacto o que repitiendo la misma fórmula vale para todos los equipos. Lo importante creo que es la actitud y saber que va a ser así. En la Liga cualquiera le puede ganar a cualquiera

– Da la sensación de que el Valencia está muy bien preparado para salir al ataque tras la recuperación de balón pero quizá, y por ahí vienen los problemas con equipos más pequeños, les cuesta llevar la iniciativa de los partidos.

Respeto el análisis pero no lo comparto. Desde el primer minuto queremos ser protagonistas. Después depende de cómo se den los trámites del partido. Es lo que a mí me parece. Depende mucho de cómo plantea el rival el partido. No creo que pase por una falta de protagonismo. Desde el primer minuto que fuimos a jugar a Sevilla estamos demostrando que queremos ser protagonistas

– ¿Cómo se siente con 25 años ser uno de los veteranos de la plantilla?

Contento y feliz de poder estar acá y formar parte de esto. Es un orgullo y lo siento como tal por eso trato de brindarme siempre al cien por cien.

– ¿Qué tipo de fútbol le gusta ver o cómo querría que jugara su equipo en caso de ser entrenador?

Dependería del tipo de jugadores que tenga. Tendría que conocerlos primero y ahí podría decir cómo me gustaría jugar. Respecto al tipo de fútbol no sigo ningún perfil o teoría. Tengo mi propio criterio y lo sigo enriqueciendo todos los días y sigo intentando aprender a diario. A mí me gusta el fútbol que nos gusta a todos, tener posesión de balón, recuperar la pelota y que los jugadores vayan como si fuera la última y atacar para lastimar. Creo que ése es el fútbol que le gusta a la media.

– Muchas gracias Lucas por atendernos

Muchas gracias a ustedes. Ha sido un placer

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