La LFP queda en evidencia en cada decisión.
Dice Tebas que la cordura de los aficionados del Villarreal evitó un Madrid Arena. Es su manera de justificar el homenaje que los seguidores del conjunto groguet recibirán después de que desde las gradas del Madrigal un individuo lanzara un bote de gas lacrimógeno sobre el campo. Si recordamos que la tragedia del Madrid Arena se produjo porque se dobló el aforo del recinto y no por la falta de cordura de los asistentes nos damos de bruces con la desfachatez del presidente de la Liga de Fútbol Profesional. Fernando Roig ha demostrado tener en su mano a los poderes. Bien por él.
Lo que Tebas no ha podido justificar es el cambio de horario. O sí. Para facilitar que fueran las familias con los niños. Dice Paco Jémez, que si el presidente del Villarreal quería homenajear a su afición, podría no haber cobrado por entrar al campo, haber hecho una jornada de puertas abiertas y no le falta razón. Ha sido una buena estrategia de márqueting la emprendida por el club de Castellón Bien por ellos.
Aprovechan el estado de descomposición en el que se encuentra la Liga de Fútbol Profesional, fiel reflejo de lo que es el deporte rey en España. Dedicados a promover iniciativas solidarias como el indulto al Del Nido y a fortalecer a las dos superpotencias destrozando el campeonato. Cualquier presidente del Valencia, ante estos hechos, debe mantener una actitud beligerante con la LFP por respeto a sus aficionados. Salvo no acudió a la última reunión celebrada en la capital del Túria. Es un paso.
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