Fundación y club han rebajado sus pretensiones para desbloquear la situación
El hecho de que la incertidumbre siga pesando sobre el proceso de venta del club no quita que se hayan producido movimientos interesantes. Es cierto que mañana Bankia puede salir diciendo que no le parece bien lo que el día anterior aprobaba y, no es descartable, que Amadeo convoque otra asamblea informativa. Pero aún así, parece que algo ha cambiado. Dice el presidente de la Fundación que ambas partes han cedido pero realmente, quien más pierde respecto al último escenario planteado por el propio Aurelio hace dos semanas son el Valencia y la Fundación. Aurelio dice que la transigencia de la entidad financiera pasa por darle opinión y voto a la Fundación y al Valencia pero hace dos semanas eso no era una concesión, era un derecho perfectamente lógico, casi natural. Por eso cabe reseñar que quienes más esfuerzos están haciendo para que esto continúe hacia delante son el club y el accionista mayoritario.
También es destacable, en esta nueva situación, el papel desempeñado por la Generalitat. En las anteriores condiciones Moragues tomaba parte de la decisión final. Ahora, el Govern vuelven a la sombra, inundando la Fundación con patronos institucionales. Quieren controlar la situación pero sin quemarse. Quieren pasar desapercibidos y por eso hay que recordarles que ellos originaron el fuego que ahora consume al Valencia.
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