A propósito de Suso

El Valencia ya tiene nuevo director deportivo


Durante el proceso de venta Amadeo Salvo esgrimía como un argumento favorable a la opción de Peter Lim el hecho de que el magnate asiático fuera un enamorado del fútbol. Este perfil de comprador, sin duda, le diferenciaba de los fondos buitre y ahora permite entender mejor qué pasa por la cabeza del máximo accionista del Valencia. En este sentido, puede ser un poco ingenuo pensar que Peter Lim se ha comprado un club para delegar las decisiones deportivas en terceros. Para un amante del deporte rey hay pocas cosas más estimulantes que conformar un equipo. Esto se sabía desde el principio de los tiempos (cuando Salvo se supone que le dijo a Pizzi "hoy eres tú pero mañana puedo ser yo") y formaba parte del pacto de la venta. Tanto, que era una virtud entonces. Otra cosa es que ahora no lleguen los resultados en el terreno de juego y se critique la composición del equipo, a los jugadores, al entrenador o al presidente como ha sucedido siempre. Pero no ha habido engaño por la parte de Mériton en cómo se toman las decisiones en el Valencia CF. Incluso la presidenta lo dijo públicamente en la rueda de prensa de despedida de Salvo "El propio Peter Lim sabe de fútbol y sabes mejor que yo (en referencia al periodista) que en el fútbol todo el mundo es experto. Al final Peter Lim tiene sus preferencias y toma sus decisiones”.

Desde muchos sectores se viene reclamando la presencia de un director deportivo, sobre todo, al comprobar que la situación sin Nuno no mejoraba. Es cierto, como dijo Pitarch, que la figura del secretario técnico está ligada a la historia del Valencia CF y la restauración del cargo normaliza la estructura. Ahora el máximo accionista tendrá más referentes de consulta a la hora de tomar las decisiones. Pero pretender que el nuevo director deportivo actúe con independencia es no haber entendido lo que supone vender la mayoría accionarial de un club. Por cierto, la estrecha relación entre Peter Lim y Mendes también se conocía desde el principio. Quejarse ahora sin haberlo hecho en su día es poco razonable.

En verano salieron Rufete y Salvo y algunos deberían preguntarse por qué no han vuelto si, como se ha dicho, su problema era con Nuno y el portugués ya no está. García Pitarch viene a cubrir el hueco que ha dejado Rufete pero el hecho diferencial lo marcará si actúa también de Salvo (a la espera de la llegada de Jaume Ortí). Desde el anterior presidente ejecutivo ningún valenciano había defendido públicamente con tanta vehemencia la llegada de Lim como lo hizo García Pitarch en su rueda de prensa de presentación. Para Mériton la maniobra es perfecta: acaba con la demanda de profesionalizar la estructura deportiva y parapeta al máximo accionista de las críticas.

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