El Valencia pone las cosas en su sitio

El equipo de Pizzi hace una gran primera parte y se permite sestear en la segunda. Suficiente para derrotar a un Villarreal que decepcionó en su visita a Mestalla.


Buen ambiente en el coliseo valencianista aunque la afición del Villarreal no se desplazó en masa como en otras ocasiones. Pizzi salió con su apuesta menos ofensiva según indicaba su once titular. Keita ocupó la posición de mediapunta y Parejo y Javi Fuego ocuparon el mediocentro. En el minuto 3, Fede realizó una jugada personal por la banda izquierda, sorteó a varios defensores y se plantó sólo ante Asenjo aunque con poco ángulo. Su disparo se marchó desviado. Los equipos todavía estaban asentándose en el campo pero Fede se empeñaba en darle otra marcha, otra vibración. Poco después, otra internada parecida del argentino fue detenida por el defensor del Villarreal en falta sobre la línea del área. El árbitro prefirió no complicarse la vida y no señaló nada. El Valencia era quien tenía, mayoritariamente, la posesión. Parejo entraba en contacto con el balón y el fútbol de los blanquinegros empezaba a fluir. El partido tenía claro color blanquinegro. En el minuto 20, el Valencia volvió a poner en jaque a la defensa grogueta gracias a un pase espectacular de Parejo en diagonal, raso, a la espalda de la defensa para Barragán que se quedó sólo frente al portero. El futbolista gallego no pudo definir en gol la inmejorable ocasión y Asenjo desvió el balón. En la otra portería Diego Alves tuvo el infortunio de lesionarse. Le sustituyó, lógicamente, Vicente Gaita que recibió el calor de la grada cuando ingresó en el campo. El partido entró en una fase con mayores interrupciones y el equipo local perdió un poco el ritmo ofensivo. Lo aprovechó el Villarreal para empezar a acercarse a la portería defendida por Guaita. Pero el Valencia devolvió el partido hacia su propio cauce por medio de un golazo de Javi Fuego.  Era el minuto 36 y el balón andaba suelto por la frontal del área. Allí apareció el mediocentro asturiano y con el exterior del pie puso el balón en el palo contrario. ¡Ay de todos aquellos que se hacían cruces en verano por no haber fichado a Pina! Javi Fuego, por cierto, vino gratis. El gol, o golazo, hacía justicia a lo visto sobre el campo. El Valencia estaba ganando y jugando mejor a lo que normalmente propone el Villarreal, es decir, a mover el balón y tener la posesión. Antes del descanso los locales volvieron a golpear. Un saque de falta desde el lateral del área sacado por Parejo fue rechazado por el defensor del Villarreal, tal vez con la mano. El balón suelto lo enganchó Mathieu que lo envió al palo quedando a los pies de Javi Fuego que sólo tuvo que empujarlo. El centrocampista asturiano se convertía en bigoleador. Un premio merecido para su excelente temporada.

En el descanso Pizzi dio entrada a Vezo por Víctor Ruiz. El central catalán se retiró con molestias físicas. El Villarreal salió con más ímpetu en la segunda parte. Pero Mestalla, para entonces, ya era una fiesta. El estadio interactuaba con la Curva Nord y parecía que lo que sucedía en el terreno de juego pasaba a un segundo plano. Pero el marcador tampoco reflejaba una diferencia suficientemente grande como para relajarse. El Villarreal, definitivamente, adelantaba líneas. Presionaba la salida de balón del Valencia y le creaba problemas. Sin embargo, la pegada seguía perteneciendo al Valencia. En el minuto 72 Keita estrelló un balón en el larguero tras un saque de esquina.  Pese al dominio territorial del equipo groguet la sensación era que estaba más cerca el tercero de los blanquinegros que el primero del Villarreal. El encuentro seguía con la incertidumbre de que el resultado era algo ajustado pero tenía poca historia más. El Villarreal no parecía convencido de poder recortar distancias y el Valencia estaba bastante cómodo replegado y saliendo a la contra. Vargas entró al campo por Fede en el  último cambio que le quedaba a Pizzi. Pero a falta de cinco minutos, un pase horizontal de Joao Pereira dio la oportunidad para que el Villarreal se encontrara con una buena ocasión que Uche convirtió en gol. Toda la fiesta vivida se convertía en angustia ante un final de partido inesperado. Afortunadamente la cosa no pasó a mayores y el Valencia supo poner las cosas en su sitio.

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