Esfuerzo y juego sin recompensa

Encuentro vibrante en Mestalla, igualado en la primera parte y con un Valencia colosal que se lanzó a por el partido en la segunda. Al final, reparto de puntos que no deja satisfecho a los locales.


Los partidos contra el Athletic siempre son especiales. El ambiente que se genera en los aledaños con múltiples aficionados rojiblancos le dan un color especial al espectáculo futbolístico. Los prolegómenos también venían condicionados por la presencia del presidente de Wanda Wang Jianlin. Mucha expectación en el palco y en la grada con Mestalla presentando un gran aspecto. Emoción intriga y… se apagó la luz. La anécdota del partido que no pasó a mayores fue que se fue la luz. Había sucedido unos minutos antes, un apagón en toda el área circundante al estadio y en el propio Mestalla. Los focos, como ya estaban calientes no tardaron en recuperar la luminosidad necesaria para que se disputara el partido. Desconocemos lo que pensó Wang Jianlin.

Pizzi presentó un once con muchas novedades, la principal, fue la presencia de Jonas en lugar de Eduardo Vargas. También llamó la atención la ausencia de Javi Fuego en favor de Keita y la de Barragán, que cedió su puesto a Joao Pereira. Casi todavía no había empezado el partido y Aduriz dispuso de una clara ocasión de gol. El juez de línea pitó un saque de banda a favor de los bilbaínos cuando los valencianistas esperaban que fuera al revés. Esto provocó el despiste, el centro medido de Ander Herrera y la posibilidad clara de Aduriz que controló el balón en el área pequeña pero no acertó con su remate. Ninguno de los equipo tenía sorpresas en su puesta en escena. Se sabía que ambos conjuntos querían llevar el peso del partido, asumir la posesión y en ese cruce de deseos similares se inició la batalla. Ander Herrera, desde la frontal del área, controló y disparó a la madera con rosca. Diego Alves hizo la estatua y en la grada se escuchó el 'Athletic, Athletic'. El equipo dirigido por Valverde estaba mejor posicionado en el campo y estaba consiguiendo crear ocasiones de gol. El Valencia, en esta tesitura, recurría al contragolpe. Así,  los locales, con arreones, empezaron0 a llegar a la portería defendida por Iraizoz. En el minuto 23, Joao Pereira, tras conducir el balón tras una arrancada, filtró el balón para Feghouli que se introdujo por el lateral del área en posible fuera de juego. El argelino centró raso a la llegada de Alcácer que no perdonó. Uno a cero, de nuevo mojaba el de Torrent y el partido se ponía de cara. Mestalla entraba en ebullición, el equipo recuperaba la confianza y empezaba a jugar con más tranquilidad pero el Athletic seguía vivo. Un cabezazo de De Marcos obligó a Diego Alves a realizar una gran parada. El equipo de Pizzi respondió por medio de Fede que, tras un rechace a saque de córner, realizó un disparo que se fue por poco. El partido, además de tener alternativas en las áreas, era intenso en el centro del campo. Cada balón se disputaba como si no hubiera mañana. Cerca de las porterías seguía el lío. Senderos hizo un posible penalti en un salto con Laporte cuando Diego Alves estaba descolocado. El Athletic volvía a tomarle el pulso al partido y a asumir el protagonismo en el juego. El choque estaba bonito porque el Valencia seguía creando peligro a la contra. Una arrancada de Bernat acabó con un pase milimétrico a Alcácer que, tras un buen control en carrera, no pudo cargar el disparo con la suficiente velocidad para evitar que el defensa se le echara encima.   

 

Si la primera parte había sido intensa, la segunda parte empezó desatada. Alcácer con un golpeo seco desde fuera del área puso a Iraizoz en apuros. Acto seguido, Fernández Borbalán se inventó un penalti a favor del Athletic. Aduriz no perdonó y Mestalla, con razón, se encendió en contra del colegiado andaluz. El Valencia espoleado por el gol en contra empezó, por fin, a imponer su plan. Se hizo dueño de la posesión. Parejo empezó a aparecer aplicando su criterio en la zona media. El equipo blanquinegro encerraba al Athletic en su campo. En el minuto 63, una gran jugada entre Parejo y Mathieu acabó con un pase del francés a Keita que ingresó en el área e hizo lo más difícil, recortar a su rival y perfilarse el disparo a su pierna izquierda. Sin embargo, el centrocampista de Malí no fue capaz de definir ante Iraizoz. El Valencia atacaba de todas las maneras, por la izquierda con Bernat, por la derecha con Joao y Feghouli y por el centro con Paco Alcácer, atento a cualquier balón. El equipo de Pizzi apretaba de lo lindo, hasta Jonas presionaba desesperado por robar el balón. Precisamente el brasileño fue el primer sustituido para la entrada de Vargas en el minuto 73. La grada estaba entregada a su equipo. El Valencia estaba siendo muy valiente hasta el punto de dejar desguarnecida la defensa con las constantes aportaciones de Mathieu al juego ofensivo. El central francés estuvo colosal en todos los aspectos. El desgaste estaba siendo tremendo. Pizzi decidió dar entrada a Javi Fuego por Fede a falta de siete minutos para que se cumpliera el tiempo reglamentario. Un cambio extraño que provocó que Vargas se situara en la banda izquierda y que Keita adelantara su posición. También Parejo caía a la banda izquierda. El Valencia había perdido el empuje, pesaba el cansancio y cierto desorden táctico. El partido, jugado por titanes llegaba a su fin. Los aficionados despidieron con una merecida ovación a sus jugadores.

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