Condenados a sufrir

El Valencia dejó mejores sensaciones en la primera parte pero en la segunda Las Palmas fue netamente superior y se llevó la victoria de forma merecida.


El de Las Palmas era un partido clave para afrontar con tranquilidad el tramo final de la temporada y el Valencia volvió a perder. La sombra del descenso se hace grande y crecen los nervios y el miedo. El Valencia está condenado este año a sufrir y habrá que saber gestionar una situación atípica.

Si alguien esperaba un Valencia muy diferente con Pako Ayestarán esperaba un imposible. Aún así, sobre el terreno de juego se vieron ciertas pinceladas del técnico vasco que él mismo anunció en rueda de prensa. El equipo blanquinegro no se complicó en las zonas comprometidas del campo y por eso Parejo jugó escorado a la derecha. También, en la primera parte hubo más solidez defensiva con Javi Fuego y Danilo ocupando la zona ancha. Poca cosa pero suficiente para que el equipo se mostrara ligeramente más hecho durante los primeros 45 minutos. Además, la primaveral y ventosa tarde en Las Palmas comenzó con un bendito error de Javi Varas.

Mientras llegaban noticias sobre el misterioso caso de la alineación del Valencia (parecía que el titular era Gomes en vez de Parejo), Javi Varas intentó dar un pase a su central que interceptó Rodrigo en el área pequeña para hacer el primero. Las Palmas se había pegado un tiro al pie nada más empezar.

El quipo canario comenzó a apretar desde el principio. En el minuto seis una pérdida de Danilo permitió una contra bien llevada por Viera que acabó con un disparo peligroso de William Jose. Las Palmas no se arrugaba y empezó a jugar al fútbol mientras el Valencia corría, bastante, detrás del balón. A Rodrigo le sentó bien el gol y aparecía en ataque con más o menos acierto, pero era el que más aparecía.

En el minuto 18 un pase de Santos dejó sólo a Paco Alcácer delante del portero. La jugada fue anulada por fuera de juego que no era. Las Palmas tenía paciencia y confiaba en su ataque con jugadores como Viera, William José, Tana y El Zhar. Futbolistas cortados por el mismo patrón. Mención aparte merece Momo, y la pregunta al aire de qué ha hecho para no triunfar en el fútbol. Jugadores con buen trato del balón y alegría en su juego. Sin embargo, no acababan de poner en peligro al Valencia, que defendía bien con sus cuatro mediocampistas y salía con criterio.

En el 21 Rodrigo se adentró en el área y se fue del defensa metiendo un pase de la muerte que no supo aprovechar nadie y poco después el asistente se volvió a confundir al levantar la bandera cuando Alcácer se presentaba solo delante del portero. Era la segunda vez y, además, en las dos el balón lo tenía Alcácer que no suele fallar. Parejo se mostraba con acierto en todo el campo y el Valencia parecía un equipo serio y con las cosas claras. Un espejismo. A partir de la media hora Las Palmas volvió a tomar la iniciativa: Roque Mesa administraba una buena salida del balón. Aún así el Valencia apretaba más, entraba más fuerte en las disputas, incluso había algún balón dividido que se llevaba. La posesión era para Las Palmas, sin embargo, de no haber sido por el árbitro el equipo local se podría haber ido con tres goles al descanso.

La segunda parte empezó con una mala noticia para el Valencia porque el árbitro señaló un penalti claro de Javi Fuego. Afortunadamente, el colegiado no le enseñó la tarjeta amarilla al mediocentro asturiano.

El Valencia reaccionó bien con una buena dejada de Alcácer de tacón a Piatti que envió un misil a la escuadra desde el pico izquierdo del área. La gran estirada de Varas evitó que el Valencia se volviera a adelantar en el marcador. El equipo de Ayestarán adelantó la línea de presión pero el equipo local conseguía mantener la posesión. Los dos equipos buscaban la victoria dadas las urgencias clasificatorias y el partido estaba abierto y tenía ritmo. Lo intentó en una portería Piatti tras una combinación rápida y precisa. El argentino se coló entre los dos centrales y fue objeto de penalti aunque nadie lo reclamó y, después, en la otra portería, la tuvo William José que chutó demasiado alto. En el minuto 59 Diego Alves salvó a su equipo en una doble intervención. Las Palmas se empezaba a gustar y el estadio de Gran Canaria estaba disfrutando con su equipo.

Pako Ayestarán hizo el primer cambio en el minuto 61 dando entrada a Feghouli por Danilo. De esta manera, Parejo se situó al lado de Javi Fuego. La dinámica del partido era claramente favorable al equipo local que llegaba con facilidad al área del Valencia practicando un fútbol vistoso. Los amarillos tuvieron el justo premio a su torrente ofensivo en una jugada desgraciada para el Valencia en la que el despeje de Aderllan rebotó en Mustafi y se alojó en la portería defendida por Alves.

El equipo blanquinegro estaba noqueado y Las Palmas pudo hacer el tercer gol justo después de que el Valencia sacara de centro. Ayestarán hizo el segundo cambio en el minuto 66 y entró al terreno de juego André Gomes por Piatti. Reubicó su posición Rodrigo Moreno que se escoró a la banda izquierda y André Gomes se situó por detrás de Alcácer. Mientras, a Mustafi le perdonaban la segunda amarilla. Los futbolistas amarillos se sentían muy cómodos sobre el campo y prueba de ello es que Parejo recibió dos caños de dos jugadores diferentes en cuestión de 15 segundos.

Se llegaba al último cuarto de hora y el Valencia se iba recomponiendo. Alcácer trató de rematar de tacón un buen centro de Rodrigo Moreno y en el contragolpe Diego Alves salvó un mano a mano ante Araújo. Algo más que un susto porque otro gol hubiera sido demoledor. Pero el Valencia seguía vivo y adelantó las líneas en busca del empate. André Gomes no estaba fino y no pudo aprovechar un gran pase de Parejo que le permitió pisar área sin oposición. Al menos, el baile de Las Palmas había terminado.

La última bala del Valencia era Negredo que salió en el minuto 81 por Alcácer. Menos mal que el partido no se jugaba en Mestalla porque la bronca para Pako hubiera sido de época. El realizador de la televisión, de hecho, enfocó a un aficionado valencianista al que se le llevaban los demonios. El juez de línea volvió a equivocarse en contra del Valencia en una jugada en la que Negredo le dejó el gol en bandeja a Feghouli.

Quedaba todavía algo de tiempo por delante pero el Valencia era incapaz de generar situaciones de peligro. Al contragolpe, Las Palmas volvió a rozar el tercer gol. El Valencia era, de nuevo, la imagen de la impotencia. Una vez más.

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