Camino del hoyo

El Valencia suma doce jornadas sin ganar y se queda a cuatro puntos del descenso.


Es cierto que lo más justo en el Villamarín hubiera sido un empate porque el Betis no generó más oportunidades de gol que el Valencia ni jugó mejor que el equipo que lució la Senyera. Pero la realidad es que los futbolistas dirigidos por Neville volvieron a perder sin acumular demasiados méritos para que sucediera lo contrario. El Valencia se marcha de Sevilla inmerso en la lucha por no descender pese a tener el cuarto presupuesto más grande de la Liga. Alarga su dinámica negativa y no hay ninguna señal que indique que vaya a cambiar. Cada vez es más difícil encontrar un atisbo de esperanza.   

Gary Neville dispuso un once en el campo formado por Ryan, Barragán, Abdennour, Mustafi, Siqueira, Zahibo, Parejo, André, Cherysev, Feghouli y Negredo. El técnico inglés insistió con el 4-2-3-1. Gran ambiente en el Benito Villamarín para recibir al Valencia con más de un centenar de seguidores blanquinegros en la grada visitante.

El partido empezó con el Valencia presionando arriba la salida de balón. Una actitud ambiciosa de inicio en contraste con lo sucedido en los últimos planteamientos de Gary Neville. El duelo empezó sin un dominador claro, daba la sensación de que ninguno de los dos equipos tenía la confianza suficiente como para imponer su estilo. El Valencia trataba de llegar a la portería rival a través de la posesión pero le costaba. Al cuarto de hora llegó el primer acercamiento del equipo de Neville tras un gran saque de falta de Parejo y un mal remate de Mustafi. El Valencia estaba, poco a poco, asumiendo la iniciativa. En el minuto 19 lo intentó André Gomes desde larga distancia con peligro. Las sensaciones eran buenas.

Los minutos pasaban y el Valencia perdía la inercia del principio. El partido se igualaba porque se trababa y carecía de ritmo. El árbitro repartía tarjetas, sobre todo, entre los jugadores valencianista. No había ningún aliciente sobre el campo para el espectador neutro. El Valencia, claramente, había ido de más a menos.  En el minuto 43 llegó la mejor ocasión del partido hasta ese momento. El delantero centro verdiblanco Ricky disparó sin oposición con potencia pero demasiado centrado y Ryan pudo atajar el esférico. Neville tuvo que hacer la primera sustitución porque Siquiera se lesionó. Su lugar en el campo lo ocupó Gayà.

La segunda parte empezó con un acercamiento del Valencia en las botas de Negredo que remató desviado desde el pico del área tras un centro de Gayà. Sin embargo, el gol llegó en la portería contraria en el minuto 48. Una acción mal defendida por toda la defensa, especialmente por Abdennour, provocó la situación de peligro que culminó Rubén Castro tras un disparo de Ricky. Decía Neville que la clave del partido pasaba por adelantarse en el marcador. El deseo del inglés saltaba por los aires.

El Valencia reaccionó con un gran contragolpe en el que Cherysev le cedió el balón a Negredo para que el madrileño rematara sin portero pero algo forzado. El defensa bético detuvo bajo palos el tímido envío de ‘El Tiburón’. Se repetía de forma inquietante el sino del Valencia.

La ocasión al limbo de Negredo no tuvo continuidad. El Betis, con el marcador a favor, empezó a crecer y el Valencia se mostraba impotente y sin recursos. Neville hizo la segunda sustitución dando entrada a Rodrigo por Feghouli.

El extremo bético Musonda se bastaba para volver loca a toda la defensa valencianista. Por su parte, el equipo que lucía la Senyera era incapaz de dar tres pases seguidos. Ni por juego, ni por empuje conseguía el Valencia acercarse a la portería defendida por Adán. Neville agotó las sustituciones cambiando a Zahibo por Santi Mina. El mediocentro francés rozó la expulsión en un par de ocasiones. Era el minuto 75 y el Betis hizo el segundo gol con un cabezazo de Jorge Molina. Afortunadamente, el linier interpretó fuera de juego. El Valencia seguía vivo por milímetros.

En el minuto 80, en una jugada extraña, tras un balonazo de Ryan, Rodrigo lo intentó desde el borde del área con peligro pero sin suerte. El Valencia trataba de buscar el empate en los minutos finales. Las posibilidades del equipo de Neville se redujeron drásticamente en el 85 cuando el árbitro expulsó a Gayà al mostrarle la segunda amarilla.

En el minuto 90 pareció llegar, por fin, el gol valencianista pero el colegiado lo anuló a instancias del juez de línea. Mustafi hizo un gran remate de cabeza tras una falta botada por Parejo pero el asistente arbitral interpretó que el central alemán estaba adelantado. Poco después la tuvo Rodrigo Moreno tras una buena dejada de Negredo de cabeza. El hispano brasileño le ganó la carrera a todos los defensas pero no pudo evitar a Adán. El Valencia, con diez, al menos, tuvo el orgullo suficiente como para crear peligro. Insuficiente en cualquier caso para rescatar un punto en el campo del Betis. El Valencia va camino del hoyo.

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