Humillación histórica

El Valencia sufre una goleada histórica y se despide de la Copa del Rey. El partido en Mestalla servirá únicamente, para revivir la pesadilla.


Nadie duda de que el Barça es un gran equipo, probablemente, el mejor del mundo. Pero pocas veces se encontrará con menos oposición, con un equipo tan descompuesto y tan blando, con un equipo tan vergonzoso.  Y menos en una semifinal de la Copa del Rey. La afición valencianista esperaba un milagro y lo hubo pero en otro sentido, fue casi una bendición divina que el Valencia recibiera siete goles y no el doble. El partido pasa directamente a la historia negra del club, al lado del de Kalsruhe.  El Valencia cayó en Barcelona de la peor manera imaginable: con un plan de partido desastroso que hizo aguas desde el primer momento y con unos futbolistas sin orgullo que dejaron la imagen del club por los suelos. No hay palabras para describir el desastre

Gary Neville salió al Camp Nou pertrechado, sobre todo, por las bandas. El técnico inglés dispuso sobre el terreno de juego un 4-2-3-1 formado por Ryan, Barragán, Mustafi, Aderllan, Gayà, Danilo, Parejo, André Gomes, Siqueira, Cancelo y Rodrigo Moreno

Faltaba por resolver la duda de si el Valencia iba a presionar la salida del balón o a encerrarse atrás. El técnico inglés resolvió por la calle del medio y le pidió a su equipo que esperara pero con la defensa adelantada. Un suicidio.

El Valencia salió algo nervioso y el dominio era para el equipo local. En el minuto 6 una pérdida de André Gomes provocó que el Barça armara el ataque con muchos espacios. Neymar le cedió el balón a Suárez y el uruguayo batió a Ryan. No había durado mucho la resistencia. Ahora tocaba empezar a proponer algo.

El equipo de Neville empezó a dar alguna señal ofensiva pero los contragolpes del Barça siempre tenían peligro. En el minuto 11, sin embargo, el gol culé, otra vez de Luis Suárez, llegó tras una jugada elaborada con paciencia. El inicio del partido había sido desastroso pero daba la sensación de que podía ir a peor. El planteamiento de Neville había hecho aguas y encima el colegiado era incapaz de señalar una clara falta de Mathieu sobre Danilo en el borde del área.

El Barcelona jugaba a placer con su afición suspirando de admiración. Los futbolistas blanquineros eran meros espectadores del recital, sin capacidad de reacción encorsetados en un sistema inútil para defender y para atacar. El Valencia estaba siendo humillado. El balón no le duraba más de tres segundos.

En el minuto 27 Gary Neville dio la orden de que el Valencia presionara la salida del balón del Barça. La jugada casi acaba en gol en la portería de Ryan pero al menos se vio un punto de rebeldía. Dio lo mismo. En el 28 el Barça fabricó otra obra de arte para que Messi hiciera el tercero.

El entrenador del Valencia decidió hacer el primer cambio dando entrada a Feghouli por Danilo. El Valencia pasó a jugar con un 4-3-3 con Parejo de mediocentro defensivo y André Gomes y Feghouli de interiores.

La presión adelantada del Valencia empezó a hacer efecto o, al menos, impidió que el Barça estuviera tan extremadamente cómodo en el campo. La primera ocasión del equipo blanquinegro llegó en un saque de esquina en el minuto 40. Pero al Valencia no le salía nada, ni un control, ni una conducción, ni un pase. Messi perdonó el cuarto gol en el 44 enviando el balón a la cruceta. El árbitro trató de  enmendar el error del argentino señalando un penalti inexistente y expulsando a Mustafi.  Afortunadamente Neymar desaprovechó la ocasión desde los 11 metros.

Neville hizo el segundo cambio en el descanso y entró al campo Vezo por Siqueira. El Valencia pasó a jugar con un 4-4-1 con Feghouli por la izquierda. Si el Valencia no había ofrecido ninguna resistencia con once jugadores sobre el terreno de juego, con diez estaba condenado al matadero. Y aún así las cosas no iban mucho peor que en la primera parte por dos motivos: porque era imposible y porque el Barcelona bajó el ritmo.

En el minuto 57 Neville agotó las sustituciones dando entrada a Cherysev por Cancelo. En la siguiente jugada el Barça hizo el cuarto con otra combinación dentro del área que culminó Messi.  El partido ya no tenía más historia, se reducía a saber cuántos goles más iba a encajar el Valencia. Hubo un gol bien anulado a Rodrigo Moreno, un accidente en la dinámica del partido pero en el 74 todo volvió a la normalidad con otro gol de Messi tras un error de Parejo.  Aún quedaba más, Luis Suárez hizo el sexto en el 82 y el séptimo poco después.  

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