Insuficiente

El Valencia rescata un punto en Riazor en el tiempo añadido después de hacer otro partido para olvidar.


Visto el nivel mostrado por el Valencia en Riazor más propio de un equipo que pelea por no descender, el empate conseguido a última hora con un cabezazo de Negredo sabe a gloria, a punto que vale su peso en oro para conseguir la permanencia. Esa es la triste realidad que desprende este equipo y, en cualquier caso, el Valencia quedó muy lejos del aprobado en A Coruña. El equipo de Gary Neville hizo otro partido horrendo en la línea de los últimos. Los futbolistas no reaccionan, los sistemas del técnico inglés no funcionan y cualquier rival es mejor que el conjunto blanquinegro.

Gary Neville salió con cuatro mediocentros: Zahibo, Danilo, André Gomes y Danilo aunque en realidad Parejo jugó por detrás de Negredo, y André Gomes más escorado hacia la izquierda quedando la banda derecha para Santi Mina. Llamó mucho la atención el descarte de Cancelo que no estuvo ni siquiera en el banquillo.

El Valencia tuvo una puesta en escena aceptable. Haciendo ver que su plan pasaba por tener el control del balón. El partido, en cualquier caso, transcurría igualado con el Deportivo teniendo presencia en el campo valencianista.

La primera ocasión y muy buena llegó a favor del Valencia tras un gran contragolpe fabricado entre André Gomes y Negredo que acabó desperdiciando el delantero vallecano cruzando demasiado el balón ante la salida de Lux.

El Valencia cada vez estaba más cómodo en la zona de tres cuartos de campo. Tenía paciencia en las combinaciones y profundidad cuando se presentaba la ocasión.

Sin embargo, al equipo de Gary Neville le faltaba constancia en su dominio porque los dos mediocentros tenían problemas a la hora de sacar el balón limpiamente. Se entró en una fase de juego de domino blanquinazul.

En el minuto 24 Negredo generó una buena ocasión con una conducción que acabó con un pase interior hacia Parejo. El centrocampista de Coslada, demasiado forzado, no pudo concretar el remate.Sin embargo, en el 26 el que se adelantó en el marcador fue el Deportivo por medio de Lucas Pérez que se coló muy fácil entre los dos centrales del Valencia y después superó a Ryan.

El equipo  coruñés no perdonaba y al Valencia, para variar, se le ponía el partido cuesta arriba. No hubo una especial reacción por parte de los jugadores de naranja.  Danilo y Zahibo no tenían presencia ni ofensiva ni defensivamente. Demasiada responsabilidad en la sala de máquinas para los dos jóvenes futbolistas. Los jugadores de arriba estaban desparecidos y los defensas no transmitían la solidez deseable. Un dispasro de André Gomes desde el borde del área que precedió el final del primer tiempo permitió comprobar que el equipo de Neville seguía en el partido.

El segundo periodo empezó con las mismas constantes vitales, es decir, pocas por parte del Valencia. Para empeorar la situación Barragán se lesionó en el 50. Con Cancelo en la grada salió Vezo para ocupar la demarcación de lateral derecho. El árbitro, afortunadamente, señaló un fuera de juego de Lucas Pérez que no era y que dejaba al delantero gallego sólo ante Ryan. Había pocos argumentos para ser optimistas.

El Valencia, poco a poco, iba encerrando al Deportivo en su campo. Hasta ver a Abdennour sacando un córner, aunque se perdía como siempre todo estaba siendo más raro. Neville decidió hacer la primera sustitución en el 45+14 dando entrada a Bakkali por Zahibo. André Gomes se situó más centrado en una posición más natural. Al Valencia le sostenía el marcador ajustado y una voluntad difusa. Bakkali le dio algo de chispa al ataque valencianista pero el tiempo pasaba y el Valencia no generaba ocasiones de peligro. Un balonazo de Parejo con el juego parado reflejaba la impotencia del equipo.

En el minuto 45+26 Santi Mina dejó su lugar en el campo a Rodrigo Moreno. El Valencia empezaba a tomar más riesgos y el partido se rompía.  El juez de línea volvió a ser decisivo pitando un fuera de juego que no era tras un calamitoso error de Mustafi.  En el minuto 34+45 Negredo se encontró con un balón en el borde del área pero su disparo con intención se fue demasiado alto.

El Valencia hacía un último intento a la desesperada y, precisamente por eso, faltaba claridad y no era capaz de llegar a la portería rival. Y en el tiempo añadido un rayo de luz en la oscuridad atravesó Riazor en forma de centro de Parejo y de cabezazo de Negredo.

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