Poca estabilidad deportiva

El Valencia CF no fue capaz de ganar al Kuban Krasnodar en Mestalla. El partido cumplió con la escasa expectativa que generaba. El equipo de Djukic ya tenía garantizada la primera plaza del grupo y el empate le impide ingresar 200.000 euros.


Comentaba Djukic en la previa que su aportación a la situación del club pasaba por ofrecer buen rendimiento en el terreno para asegurar la estabilidad deportiva. El equipo parece lejos de cumplir con ese cometido. Una primera parte aceptable en la que no se pudo anotar ningún tanto y un segundo periodo en el que la contienda se igualó y cada uno de los dos equipos marcó un gol..

Apenas 10.000 espectadores para ver el último partido de la liguilla de la Europa League en un Mestalla desangelado en el que había algunas pancartas en contra de la venta del club. Si hace un mes se hubiera apostado por una alineación titular del Valencia CF para un partido intrascendente nadie hubiera mencionado a Banega, Joao, Fuego, Postiga o Pabón. Pero cuatro semanas después, estos fueron los futbolistas que formaron de partida ante el Kuban Krasnodar en un encuentro en el que el Valencia no se jugaba más que el prestigio y 200.000 euros. Que no es poco

El equipo ruso dejó la iniciativa al Valencia desde el principio del partido. Buena actitud sobre el campo de los jugadores valencianistas, moviendo el balón e intentando encontrar los huecos en la defensa del Kuban. Las ocasiones generadas no eran numerosas pero sí claras. Míchel fue el protagonista de las dos primeras: en el minuto  10, con un disparo desde fuera del área que pasó cerca de la escuadra izquierda de Belenov; y, en el 20, una internada de Joao por la banda acabó con un centro que remató de cabeza el de Burjassot al poste. Poco después, el Kuban realizó su primer disparo a puerta pero no pasó de ser una anécdota. Los valencianistas querían hacer méritos. Míchel apenas había tenido ocasión de reivindicarse y no quería dejar pasar la oportunidad. También se veía hiperactivo a Joao Pereira. Banega, como es habitual en él, pedía la pelota en todo momento, pero, en esta ocasión la distribuía con más acierto del que venía mostrando. También lo intentaba Pabón probando al portero con su disparo. En el minuto 35 Postiga remató de cabeza y el balon salió ligeramente  desviado por encima el larguero. Había velocidad en el fútbol del Valencia. A falta de cuatro minutos para llegar al descanso, anularon un gol a Postiga por fuera de juego bien señalado.

La segunda parte empezó con la misma dinámica que la primera salvo un error de Míchel que pudo cambiar el signo del partido. El fallo en la entrega del jugador de Burjassot en posiciones comprometidas  provocó la contra del Kuban y Cissé se plantó sólo frente a Alves. El portero brasileño aguantó en la salida y adivinó la dirección del disparo del delantero francés. La jugada sirvió para espolear a los rusos. El Valencia perdió el control del partido y el Kuban empezó a rondar la portería valencianista. El guardameta brasileño se vio obligado a intervenir en el minuto 58 por partida doble. El partido se abría peligrosamente para los intereses valencianistas. Djukic decidió mover el banquillo y Postiga dejó su lugar en el campo a Paco Alcácer. El canterano valencianista no pudo tener un ingreso en el campo más exitoso. Banega le puso un pase raso preciso a la espalda de la defensa que permitió al delantero de Torrent encarar a Belenov. Le regateó hacia fuera y cuando parecía que había perdido ángulo consiguió enviar el balón entre los tres palos. Gol que despejaba las dudas. El partido se ponía de cara y permitía seguir disfrutando del debut de Gayá, cada vez más protagonista subiendo por la banda izquierda. En el minuto 75 Piatti entró al campo por Fede. Nada más salir al terreno de juego puso un balón preciso a Paco Alcácer desde la línea de fondo que el delantero estuvo a punto de enviar a las redes con un remate sutil. Poco después, Djukic agotó los cambios dando entrada a Feghouli por Pabón. Al igual que Postiga, ambos jugadores fueron silbados por la grada. Parecía que todo estaba bajo control pero el encuentro dio un giro inesperado a falta de siete minutos para llegar al tiempo reglamentario. El Kuban empató el partido por medio de Melgarejo. Quedaban cinco minutos para evitar la bronca del respetable a final del partido. Lo intentó Ricardo Costa de cabeza pero su remate salió desviado. La gente aplaudió cómo el portero ruso subía a rematar el último córner antes de silbar al equipo por el pobre espectáculo ofrecido en la segunda parte.  

 

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